Analistas políticos y representantes comerciales venezolanos manifestaron hoy su esperanza en que la llegada de Juan Manuel Santos al Gobierno de Colombia abra la vía hacia la normalización de las relaciones bilaterales.

Asimismo, sectores comerciales y empresariales expresaron su "profunda preocupación" por la nueva escalada del conflicto binacional, y llamaron a los dos Gobiernos a restablecer lo más pronto posible un "diálogo" que permita elevar el volumen comercial.

Venezuela y Colombia "tienen objetivos políticos distintos, pero eso no debe ser obstáculo para el entendimiento", dado los importantes nexos históricos y comerciales entre los dos países andinos, dijo hoy el analista político Carlos Romero.

Romero opinó que el presidente electo de Colombia buscará mejorar las relaciones diplomáticas y políticas con Venezuela, aunque eso pueda no gustarle, según él, a su predecesor y gobernante saliente, Álvaro Uribe.

En ese sentido, señaló que ha sido acertada la actitud de Santos de mantenerse al margen de la polémica que llevó ayer al presidente Hugo Chávez a anunciar la ruptura de las relaciones bilaterales.

A Chávez "no le quedaba otra" que romper con Colombia después de la "agresiva y poco clara" exposición que ofreció el jueves el embajador colombiano, Luis Alfonso Hoyos, ante la Organización de Estados Americanos (OEA), afirmó Romero.

El embajador denunció la presencia "activa" y "creciente" de unos 1.500 guerrilleros en Venezuela, lo que Chávez negó tildándolo de "agravio" a su país, y respondió con la ruptura de las relaciones y la orden de "alerta máxima" en la frontera común.

Por su parte, el también analista político Fausto Masó sostuvo que habrá que esperar a que Santos asuma el Gobierno colombiano, el próximo 7 de agosto, para precisar "la verdadera realidad" del conflicto bilateral.

"La gente decía que Santos era más reaccionario que Uribe, pero Santos quiere una política más aperturista y sabe que la relación con Venezuela sería positiva para Colombia", dijo Masó a Efe.

El analista descartó un posible enfrentamiento bélico entre los dos países, como alertó Chávez que podría ocurrir debido a lo que calificó de "obsesión de Uribe" hacia Venezuela.

"Venezuela está en una situación de debilidad militar frente a Colombia" y se "encuentra desguarnecida debido a que no tiene casi apoyo", argumentó Masó.

En el aspecto económico, la Cámara Venezolano-Colombiana de Comercio (Cavecol) se manifestó "profundamente preocupada" ante la nueva dimensión de la crisis bilateral, que comenzó hace al menos un año cuando Chávez congeló las relaciones comerciales también a raíz de denuncias colombianas sobre su supuesta relación con la guerrilla.

"Hacemos votos para que se restablezca lo antes posible el diálogo entre los dos Gobiernos", señaló el presidente ejecutivo de la Cavecol, Luis Alberto Russián, en una rueda de prensa.

Russián describió el "paulatino" deterioro del comercio entre Colombia y Venezuela desde la congelación de relaciones el 28 de julio de 2009, que se tradujo, afirmó, en una caída del "70 por ciento" en el intercambio comercial el pasado año.

Antes de la rotura de relaciones anunciada ayer, la Cámara calculaba que el intercambio cerraría 2010 en "2.850 millones de dólares", pero ahora, "dependiendo de la magnitud" de la crisis, "va a haber una mayor o menor afectación" en el sector, dijo.

Russián dijo que la Cavecol "lamenta" que la actual crisis política haya estallado en momentos en que veían "señales muy positivas" de que se podrían "superar las limitaciones" por parte del presidente electo Santos.

"De las esperanza que teníamos, volvemos a colocarnos en posición cero, que el trabajo tiene que volverse a hacer", afirmó.