Nacido en Barcelona, Viçens Sousa (12/12/1997, Hospitalet de Llobregat) ha pasado gran parte de su vida en Tenerife, más de diez años, en los que puso las bases de un prometedor futuro en el waterpolo.

La pasión de su padre, Vicente, por este deporte caló desde muy pequeño en el hijo mediano de los Sousa, que se inició con apenas diez años a las órdenes de su progenitor, entrenador por aquel entonces de la inferiores del Acuasport Tenerife. Poco a poco la dedicación fue siendo mayor y el crecimiento deportivo alcanzó grandes cotas más allá de lograr uno de sus mayores sueños: jugar en la máxima categoría del waterpolo español. Aunque el camino no fue nada fácil, el 15 de octubre de 2016 Viçens debutó en División de Honor con el Navarra. Perdió ante el Real Canoe (8-11), pero lo que sintió aquel día fue algo inexplicable para él. "Un sueño hecho realidad", confiesa. Atrás dejó media vida en las filas del Echeyde, con quien no solo llegó a jugar en Primera, sino a ser una de las piezas clave del proyecto de Juan Pablo Sánchez, quien le dio la oportunidad de debutar a nivel nacional en 2012. De su influencia en el equipo hablan los números. Sin ir más lejos, la pasada temporada anotó la friolera suma de 57 goles.

Ahora, en el Navarra no solo entra en los planes del primer equipo (10 de 12 partidos jugados), sino que cuenta con bastante minutos en el filial que milita en Segunda. En once partidos, Sousa lleva 26 goles. "Jugar con los dos equipos se hace muy duro, puesto que lo habitual es jugar los sábados con el A y los domingos con el B. La verdad es que acabo muy reventado, pero no soy el único que lo hace". "En Segunda tenemos el más joven de la categoría", apunta. En cuanto a su adaptación, destaca que fue rápida "gracias en gran parte a mis compañeros que se han portado genial desde el principio", apunta a EL DÍA, y asegura que "tanto en el club como en la ciudad estoy muy a gusto. La única pega es el frío que hace. Todavía me tengo que acostumbrar".

La escuadra que entrena Manel Silvestre ya ha conseguido uno de los objetivos: abrir una brecha de puntos con la zona de descenso. Incluso se quedaron a las puertas de jugar la Copa del Rey, en Sabadell. Un punto le separó del torneo del KO. "Fue una lástima, pero ahora ya tenemos la mente puesta en la Liga, ya que a pesar de que parezca que estamos casi salvados, la cosa está muy apretada por abajo y nos quedan partidos muy complicados con rivales directos como Catalunya, Rubí y Molins de Rei", confiesa, mientras desea ver al Echeyde la próxima campaña en la élite, donde le espera con los brazos abiertos.