Madrid no será sede olímpica en 2020. Bueno, era una posibilidad. Parece claro que España no está de moda en el mundo, desde que los socialistas la destruyeron en siete años. Se había conseguido ser una potencia mundial y siete años de zapaterismo ramplón acabaron con las ilusiones de un país.

Los socialistas siempre han tenido una gran capacidad de destrucción. Las que estamos viviendo son sus secuelas, las secuelas del Gobierno de un incompetente y vacío presidente que nos abocó al desastre. Los que sustituyeron al caótico dirigente no han podido siquiera cumplir sus promesas electorales, porque los otros dejaron la caja vacía y los impuestos se han disparado y las prometidas facilidades para los autónomos y pequeños y medianos empresarios se han ido con viento fresco.

Al margen de esto, y para no volver al pasado, se habían puesto muchas ilusiones en la ciudad de adrid como sede de una nueva cita olímpica. No ha podido ser, aunque se intentó. Si les digo la verdad, no me había hecho muchas ilusiones en el asunto, porque la competencia era feroz. adrid, Estambul, Tokio. Tres ciudades ilusionadas con la modernidad. Y pasan a la final las dos más peligrosas: una con posibles secuelas de desastre nuclear más o menos cercano y otra con graves enfrentamientos entre islamistas y no islamistas. La apuesta madrileña era mucho mejor, a mi juicio.

No tendremos olimpiada, pero a ver si llega la recuperación ansiada por millones de españoles que quieren progresar y que sus hijos no se vayan al extranjero a trabajar porque aquí no hallan ocupación. La cosa adquiere más gravedad en Canarias, donde sólo el sector turístico es capaz de crear puestos de trabajo, aunque no nos salva tampoco de la crisis porque el referido sector no es capaz de tirar por los demás, a pesar de su bonanza.

Un palo para el prestigio de España, que había destinado a autoridades, deportistas y famosos a promocionar la capital del reino. Ha sido una gran decepción, que me imagino que no se superará tan fácil. Hay que agradecer los esfuerzos de quienes han ayudado a adrid en esta carrera olímpica, con especial atención el heredero de la Corona, que se ha desvivido para que esta ciudad fuera la designada. Sin éxito.