AHORA resulta que quienes más alborotan en Valencia son individuos perfectamente localizados por la policía, con antecedentes policiales y penales y que nada tienen que ver con los estudiantes. Y resulta también que el PSOE muestra vehemente interés por conquistar la calle, valiéndose de estos individuos. Y resulta igualmente que elementos incontrolados (es decir, delincuentes comunes), PSOE y sindicatos parecen estar en el mismo bando de la algarada, en una comunión histórica. Histórica y sospechosa.

Bueno, pues ya han enseñado la patita y ahora sabemos a qué atenernos. El PSOE, que perderá en Andalucía por goleada, quiere disimular un nuevo descalabro tomando la calle. Y, además, lo reconoce. Este partido es la sombra de lo que fue y hasta la democracia parece importarle un huevo, con tal de sobrevivir. Patético. No van a conquistar el poder ni en doce años como sigan acudiendo a malas artes para derribar al rival, una vez que han destrozado el país.

Nosotros decimos que Fredy el Químico es demasiado mayor para emprender aventuras reservadas a las nuevas ideas y a la renovación. Él fue el lugarteniente de Zapatero, el presidente más caótico de la democracia. Él secundó todas las cancaburradas de su superior. ¿Qué nos va a contar ahora el quemado Rubalcaba? ¿Y qué es eso de conquistar la calle? ¿Como Fraga, la calle es mía (aunque no lo dijera nunca el bueno y difunto don Manuel)?

Lo de Valencia se va descubriendo. Al margen de ciertos excesos policiales, que son notorios, la provocación y la inclusión entre los estudiantes de agitadores profesionales revelan muchas cosas. Y revela que el PSOE lo sabe. Y calla. Y quien calla otorga. Y otorgar a esta gente cualquier confianza es altamente peligroso. ¿O no es peligroso que un grupo de incontrolados gamberros se dirija al domicilio del presidente valenciano para intimidarlo? Oiga, mucho cuidado; que se juega con fuego. Y a la izquierda ramplona que se manifiesta por la República en Palma y a la otra izquierda menos radical que contemporiza con los violentos en Valencia les puede salir mal la jugada. Así no se hace oposición. Así se hace el pato.

Hacer una oposición coherente es una tarea difícil para los socialistas, que han de tener mucha paciencia y mucho acierto para reconquistar el poder. Su actuación fue tan nefasta que necesitan mucho tiempo. Intentaron, incluso, abrir las viejas heridas de las dos Españas. No repararon en medios y ahora se atreven con la calle. Terrible. Este país es más inteligente que lo que ellos creen. Así que mucho ojito.