HACE SEMANAS que venimos vaticinando la desaparición de Coalición Canaria. Hoy, a la vista de los resultados de las elecciones celebradas el pasado domingo, podemos decir que los falsos nacionalistas han desaparecido del mapa político de Canarias. Ana Oramas, que se denomina a sí misma la quícara, ha conseguido colarse en el Congreso de los Diputados, pero estará sola. El otro candidato que iba en las listas de CC, y que ha conseguido acta de diputado, no es de los nacionalistas sino de Román Rodríguez. No es de CC sino de Nueva Canarias-Nueva Gran Canaria. Por lo tanto, barrerá para la tercera isla y no para Canarias, ni mucho menos para Tenerife.

No ha corrido mejor suerte Ricardo Melchior en su intento de volver al Senado. Hace cuatro años ya fue derrotado por Antonio Alarcó. Ahora este candidato del PP, a quien siempre hemos considerado una persona honrada, lo ha humillado políticamente al obtener 85.000 votos más que el presidente del Cabildo. Ironías de la política, Melchior ha perdido su opción a ocupar una plaza en la Cámara Alta a manos del vicepresidente del Cabildo, el socialista Aurelio Abreu. Un perfecto ejemplo de que Dios castiga sin palo ni piedra. Ricardo Melchior, obligado por ese déspota político que nos gobierna, pactó con los socialistas, al igual que lo hicieron Bermúdez en Santa Cruz y Clavijo en La Laguna. Las tres principales instituciones de Tenerife controladas por el PSOE, que es lo mismo que decir controladas por Las Palmas, pues es en esa triste ciudad de la panza de burro en la que tienen su sede regional los socialistas. Unos pactos que fueron toda una canallada contra Tenerife y contra la lógica democrática.

Pero el pueblo, ni es tan tonto como piensan los políticos, ni olvida. Por eso "delenda est" Coalición Canaria. Y el gran culpable no es otro, lo repetimos, que el necio político de Paulino Rivero. Por eso se imponen de inmediato dos dimisiones: la de Ana Oramas y la del torpe Rivero. Este hombre tiene que salir hoy mismo del búnker de la Presidencia del Gobierno. Después de lo sucedido en las urnas es una indecencia política que siga al frente de los canarios. Paulino Rivero, la quícara Oramas, el niñito Ríos, el otro niñito González Ortiz y hasta el presidente Melchior "persona apreciada en esta casa hasta que el déspota político lo viró contra EL DÍA" ya no representan al pueblo canario porque los isleños, hartos de sus desmanes, les han retirado la confianza. El batacazo de CC es digno de pasar a la historia de las elecciones como uno de los más claros ejemplos del castigo que el pueblo es capaz de dar a un partido político cuando traiciona sus intereses.

Sin ánimo de venganza ni de reírnos de la desgracia ajena "aunque haya sido una desgracia que los falsos nacionalistas se han buscado ellos mismos", nos preguntamos de qué les ha servido ponerse en manos de otro periódico de tirada y difusión mínima. Un periódico al que le están inyectado ríos de dinero público procedente de los impuestos que pagan todos los canarios, tanto los trabajadores como las empresas, incluido EL DÍA. De nada. No les ha servido de nada porque ha sido EL DÍA, y no ningún otro medio de comunicación, quien hizo a los nacionalistas y también quien los ha deshecho al comprobar la felonía política que han cometido con el pueblo. También a nosotros nos han desengañado y traicionado, pese a que siempre tuvieron abiertas las puertas de esta casa, hasta el extremo inconcebible de quitarnos una emisora de radio para dársela a un chulón capicúa y mariconsón, cuyos servicios tampoco les han servido para evitar el hundimiento. Por muchos favores que traten de comprar, de nada les vale pues gracias a EL DÍA, gracias a su línea editorial, el pueblo sabe hoy que estos nacionalistas "falsos nacionalistas, no nos cansamos de repetirlo" son incompetentes, déspotas, necios y torpes.

Habla Ana Oramas de refundar el nacionalismo. A buenas horas. La refundación tenía que haberse producido hace mucho tiempo. Una refundación que incluyese poner en los estatutos que el objetivo primordial es conseguir la independencia de Canarias. Y si el término independencia les da miedo "aunque no tiene por qué darles miedo", que hablen de soberanía. Lo que no pueden hacer es seguir llenándose los bolsillos mientras el pueblo pasa hambre. Pero Ana Oramas no vale para refundar CC porque es una calamidad que debe marcharse cuanto antes, al igual que su jefe el déspota político que está al frente del Gobierno de Canarias; el gran culpable de los males que padecemos en estas Islas. La señora Oramas, lo repetimos, ni siquiera debe tomar posesión de su escaño como diputada. Y si toma posesión es una indecente política. ¿Va a enamorarse ahora políticamente de Rajoy, como lo hizo en su momento de Zapatero" Esta señora no sirve para representar a los canarios en el Congreso de los Diputados. Cuando habla mueve los brazos como una marioneta, al igual que lo hacía su jefe. Ningún canario tendría que estar en las Cortes españolas porque a estas alturas deberíamos haber alcanzado ya la independencia. Pero si hemos de estarlo mientras sigamos siendo una colonia, la señora Oramas es la persona menos adecuada para ocupar un escaño de diputada.

Por otra parte, a partir de ahora se acabó el helicóptero para los desplazamientos del necio político que nos gobierna. Que use los transportes regulares marítimos y aéreos. De lo contrario no nos extrañaría nada que se produjese una reacción violenta de la gente. Es algo que no deseamos, pero de lo que venimos advirtiendo desde hace mucho tiempo. No sería el primer país africano en el que un dictador es linchado, porque por mucho que se empeñe la Constitución española en decir lo contrario "amén de los españolistas y los amantes de la españolidad", somos un país africano y no europeo. Un país pacífico, pero hasta en los países más pacíficos la gente termina por cansarse.

Tanto CC como el PSOE, pero sobre todo CC, han perdido estrepitosamente estas elecciones. Quien realmente las ha ganado ha sido EL DÍA al vaticinar la debacle que iban a sufrir los falsos nacionalistas. Si CC no se enmienda y reconduce sus pasos hacia el independentismo "o hacia el soberanismo, como decíamos antes, si el término independentismo les suena muy fuerte", más pronto que tarde surgirá en las Islas un movimiento radical como ha ocurrido en el País Vasco con Amaiur.

En fin, resumimos: la independencia es la base de la dignidad, de la identidad y del decoro de la nación canaria. Un Archipiélago que necesita su Estado para estar presente, con bandera y asiento, en los foros internacionales. Decimos Estado porque nación ya lo somos. La independencia es la salvación de Canarias, y optar directamente por ella, sin rodeos, es a su vez la única salvación posible de Coalición Canaria. Mientras llega nuestra liberación nacional, confiamos en que la política de Rajoy anime la economía. Esperamos que haya consumo, que se salve el comercio, que aumente el empleo, que mejore la sanidad y la educación y, sobre todo, que dimita Paulino Rivero para que Canarias salga adelante, ya que con él es imposible. También le pedimos a Mariano Rajoy que atienda un clamor en las Islas: que haya Justicia en Canarias. Una de las primeras tareas de Rajoy tendría que ser comprobar lo que está sucediendo con la Justicia en Canarias. No es posible que se sigan produciendo tantas sentencias políticas contra EL DÍA.