Los municipios de Santa Cruz de Tenerife y de Granadilla de Abona se preparan para la conmemoración en 2019 de los 500 años de la primera vuelta al mundo, iniciada por Fernando de Magallanes y culminada por Juan Sebastián de Elcano, cuya escuadra fondeó frente a la costa tinerfeña en su primera escala alrededor del globo.

Representantes de los dos municipios, junto al presidente de la Autoridad Portuaria de Tenerife, Ricardo Melchior, han aprovechado la presencia en el puerto de la capital de la isla del buque escuela de la Armada "Juan Sebastián de Elcano" para participar en un acto para presentar los actos del quinto centenario.

Santa Cruz de Tenerife y Granadilla de Abona forman parte de la red de Ciudades Magallánicas, que reúne a los lugares por los que pasó aquella primera expedición que circunnavegó el planeta, en una gesta de tres años en la que sólo llegaron con vida 18 de los casi 300 expedicionarios que partieron de Sanlúcar de Barrameda el 20 de septiembre de 1519.

El 26 de septiembre, la Nao Victoria y el resto de la escuadra fondeó frente a Santa Cruz de Tenerife, que entonces no existía como ciudad y era sólo el puerto de La Laguna, con un par de centenares de habitantes.

Quizás alertado por la presencia de navíos portugueses enemigos o quizás por la necesidad de calafatear los barcos y proveerse de brea, Magallanes dejó Santa Cruz y fondeó junto a la Montaña Roja, en la costa del actual municipio de Granadilla.

Quinientos años después, el alcalde de Granadilla, Jaime González Cejas, y el concejal de cultura de Santa Cruz de Tenerife, José Carlos Acha, anunciaron hoy que con motivo del quinto centenario tienen previstas actividades conmemorativas.

"La circunvalación de la tierra fue una aventura que inauguró la globalidad del mundo, una gesta comparable a la llegada del hombre a la Luna", dijo Jaime González Cejas.

Con aquella expedición el mundo quedó comunicado y se abrió al intercambio de la cultura y del saber, dijo el primer edil, quien recordó que la red de Ciudades Magallánicas aspiran a que la ruta se declare patrimonio inmaterial de la humanidad.

José Carlos Acha anunció que las actividades que está preparando la ciudad incluirán exposiciones, ciclos de conferencias, un concurso de ideas de artes escénicas, un concurso de relatos relacionados con la gesta magallánica, actividades turísticas y gastronómicas y encuentros empresariales de las ciudades de la red.

Luis Cola Benítez, cronista oficial de Santa Cruz de Tenerife, explicó durante el acto algunos de los misterios históricos que encierra la presencia de la expedición en la isla.

El primero de ellos es que sólo seis días después de haber partido de Sanlúcar de Barrameda, y con aprovisionamiento supuestamente para un año, la expedición hiciera una escala en Tenerife oficialmente para aprovisionarse de nuevo con agua, leña, carbón y ganado.

Junto a esta "extraña escala de abastecimiento" de una escuadra ya abastecida, tampoco está explicado históricamente el traslado hasta la Montaña Roja, donde estuvo fondeada un día y medio, explicó el cronista.

El tercer misterio es la identidad de uno de los expedicionarios que embarcó en la isla, del que sólo se conoce el nombre de pila, Pedro, quien se piensa que quizás era un especialista en la pez, la resina utilizada para calafatear los barcos.

Aunque sobrevivió al viaje, Pedro de Tenerife, como es conocido por la historia, no llegó con los 18 expedicionarios que regresaron, ya que fue apresado por los portugueses en Cabo Verde y liberado varios meses después.

Ricardo Melchior se refirió a este marinero como "un héroe desconocido para los tinerfeños" que contribuyó a que la gesta de la primera vuelta al mundo.