"El modelo actual de subasta de puestos del Carnaval de Tenerife está agotado y la organización debería hacer algo para impulsarla, y evitar que poco a poco vaya muriendo. ¿Soluciones? Suprimir trabas y fijar precios más populares. Y tal vez, hasta buscar otra fórmula de adjudicación". Esta es una de las conclusiones de empresarios habituales en la subasta de los quioscos que se reparten cada fiesta de la máscara en el cuadrilátero festivo al término de la celebrada ayer. De los 85 puestos licitados, el Organismo Autónomo de Fiestas sólo adjudicó 31 y puja para hacerse con alguno de ellos solo se dio en una decena. De resto, se pagó el precio de salida.

El balance económico de la subasta asciende a 113.449,22 euros recaudados, casi 20.000 menos de los que ingresó Fiestas el año pasado en la primera subasta. La gran diferencia entre la edición anterior y este año es que la organización ha decidido en 2014 no irse a una segunda subasta negociada este año, como era habitual hasta ahora. En la mesa presidencial, Juan José Herrera, nuevo gerente, que se estrenara. Curiosamente, Santa Cruz ofreció en el Carnaval de los dibujos animados más puestos que en el de Hollywood (85 este año frente a los 74 de 2013), y el resultado es que con más puestos recaudó, y adjudicó, menos.

El momento más emocionante de la subasta fue en la puja de la máquina de papas que se instalará en la avenida marítima. El pique entre dos feriantes provocó que la puja se tuviera que reiniciar en tres oportunidades por el juego de manos, ante la indefinición de quién mantenía la mejor oferta... y la tercera vez, cuando ya parecía resuelta, el adjudicatario, al llegar a la mesa presidencial para satisfacer el aval y los trámites, renunció, según la versión de algunos testigos, si bien la organización lo niega.

Fiestas había apostado esta edición por el entorno de la avenida de Anaga, donde recupera un escenario frente a El Capricho, antes de las obras estaba en la Alameda. El fiasco en la subasta de ayer no pudo ser mayor: de los diez nuevos puestos subastados, Fiestas no logró adjudicar ninguno.

Y es que la avenida de Anaga, o la Alameda, no parece atraer mucho a los empresarios. De hecho, se adjudicaron los mesones de la fuente de la plaza de La Candelaria y de la plaza de España y quedó desierto el de la Alameda. Los dos mesones fueron adjudicados al precio de salida, 17.584,84 euros, cada uno. Los feriantes que habitualmente instalan sus autobares en la zona de Valentín Sanz y la plaza del Príncipe solo optaron a dos de los cinco que fueron subastados, molestos por la subida en los precios de la puja de estos puestos de perritos calientes y hamburguesas, que han pasado a considerarse este año de categoría de zona 1; en euros eso significa que el año pasado salían a subasta por 4.196,97 euros y este, por 5.473,54. Pero la crisis económica también pasa factura, sirva como ejemplo la cervecería de la plaza de La Candelaria, por la que el año pasado se llegó a pujar hasta 10.000 euros. Este año se adjudicó por el precio de salida, de 5.473,54 euros. Los participantes coincidieron en recriminar el incremento de los precios, que en algunos casos valoraron de hasta el 20 por ciento, unido al coste añadido de la acometida de luz y demás requisitos. "La subasta de hoy (por la de ayer) es un fracaso", sentenciaron.