La creación de una comisión de trabajo para la elaboración de un plan alternativo a la reordenación de líneas que Titsa pondrá en servicio el próximo 5 de mayo en Santa Cruz de Tenerife fue una de las conclusiones del encuentro celebrado ayer entre el gobierno municipal y representantes de 18 asociaciones de vecinos de la ciudad. El alcalde, José Manuel Bermúdez, escuchó las quejas de los colectivos vecinales acerca de los problemas que perciben a priori en la reestructuración del transporte en guagua y fue informado de que una representación de estos grupos sociales asistirá a la sesión plenaria ordinaria que celebrará hoy el Consistorio capitalino. Desde la Asociación de Vecinos Unión de la Gallega se manifestó que los colectivos volvieron a plantear la necesidad de proceder a "la suspensión cautelar" de la puesta en marcha de la reordenación hasta disponer de un "conocimiento más profundo" de lo que ello supone. Faltó consenso La falta de un "consenso total" generó cierto desencanto entre los asistentes, explicó el presidente de Unión de la Gallega, Alberto Linares, quien lamentó que tanto el alcalde como otros miembros del grupo de gobierno presentes en el encuentro "se ausentaran para asistir a un acto del programa de las fiestas de Mayo". De la información recabada y de la que les transmitieron durante el encuentro de ayer, los grupos vecinales desprenden que "lo único que les ha preocupado hasta ahora ha sido el presupuesto y no que las líneas sean lo que necesitan los ciudadanos", en alusión al recorte presupuestario que ha supuesto el contrato-programa entre el Ayuntamiento de Santa Cruz y el Cabildo. Vigente solo hasta que finalice el año en curso, el servicio de transporte público en guagua ha pasado de costarle más de 12 millones de euros a las arcas municipales a costarle 9,5 millones, si bien las asociaciones asistentes al encuentro mantenían sus dudas acerca de la aprobación de este convenio durante el pleno de hoy.