A las 16:00 horas de hoy comenzará la última de las reuniones convocadas para que las partes negocien el expediente de regulación de empleo (ERE) que presentó Titsa el 10 de marzo y que contempla el despido de 117 trabajadores. UGT aseguró ayer que el 97% de esa cifra se corresponden con 113 conductores, por lo que no podría prestarse el servicio.

UGT escenificó ayer la división existente en el comité de empresa en este proceso responsabilizando a Intersindical Canaria (IC) y a Comisiones Obreras (CCOO) de la falta de consenso por no responder ni atender la petición de reuniones para ello. En cualquier caso, sus dirigentes están convencidos de que no se aplicará el ERE extintivo.

"No todos los dirigentes de Titsa han estado a la altura y piensa más en su estatus personal que en otra cosa", lo que es "una inmoralidad profunda", manifestó el secretario general de UGT en Canarias, Gustavo Santana, quien también reclamó la mediación del presidente del Cabildo, Ricardo Melchior. "Titsa también es del Cabildo y queremos saber si el presidente confía en el servicio público que hace la empresa o si pretende deprimirlo hasta la privatización", añadió.

Juan Carlos Linares, secretario general de la Federación de Transportes, Comunicación y Mar (TCM) del sindicato en la provincia, señaló que el déficit que prevé Titsa para este año es de 7.218.000 euros y aseguró que no era preciso plantear el ERE, sino resolver el problema con reuniones.

Entre las medidas planteadas sobresalen los 116.000 euros que UGT entiende que se reducirían con la reducción de los seis gerentes que tiene la compañía fusionando competencias, si bien la medida fundamental en su propuesta es la bajada del salario en un 5% aumentando el descanso, hecho con el que cifran el ahorro en 2,8 millones.

Respecto a su planteamiento de que cada trabajador pare un día al mes en lugar de los 15 al año que presenta la compañía, aseguraron que los negociadores "dejaron caer" que tampoco será posible aplicar esa medida a cada empleado

En cualquier caso, tienen claro que "la empresa pretende dilapidar esta propuesta".

Desde el sector urbano de UGT se mostró su disposición a acceder a la unificación de la plantilla, de la movilidad y hasta de la funcionalidad, pero no la de los convenios que rigen este servicio y el interurbano, a pesar de que reconocen que es una condición "sine qua non" impuesta por Titsa para poder concretar un acuerdo sobre el ERE.