"Es totalmente anormal que una pieza flexible de acero inoxidable se parta así", dijo el arquitecto responsable de la primera fase de la obra del Intercambiador de Santa Cruz de Tenerife, José Ángel Domínguez Anadón, tras explicar que en la inspección inicial del recinto después del derrumbe del falso techo del vestíbulo de dicha infraestructura se detectó que habían cedido media docena de los elementos de suspensión del revestimiento de la techumbre.

Aunque aún se están investigando las causas y estimó "prematuro" decir qué falló, mostró una de las piezas explicando que "se partió una pestaña y, como consecuencia de eso, la varilla que estaba sujeta a través de la presión que ejercen estas piezas, con lo que el techo cedió". Teniendo en cuenta que los módulos del falso techo (que pesan 20 kilos por metros cuadrado) estaban enganchados, la caída se produjo paulatinamente y en forma de cremallera, según se comprobó en el vídeo de seguridad.

Incidiendo en que "esta pieza de metal no tenía que estar partida", enfatizar que "aquí hay un fallo de material" y exponer que "jamás he visto una cosa así", el arquitecto manifestó no estar seguro de nada como causa de lo sucedido con el falso techo formado por bandejas ligeras de aluminio, colocado "por razones de acústica, por estética y para integrar la iluminación". El techo en sí del vestíbulo del Intercambiador de Santa Cruz de Tenerife lo forma una estructura de barras inclinadas (a modo del aeropuerto Tenerife Sur), que ahora permanecen a la vista.

Respecto a las inspecciones o mantenimiento de este recinto, Domínguez aseguró que "esto no hay que revisarlo nunca". También explicó que para detectar "la existencia de un problema" en las piezas aludidas, el operario de turno debería ser un técnico especializado, ingeniero o arquitecto, algo que no suele darse en estos servicios. "Si fuéramos alemanes, tendríamos servicio de prevención", matizó después de reconocer que la empresa Titsa, responsable del mantenimiento de la instalación, actúa en tal sentido.

En cualquier caso, José Ángel Domínguez aclaró que las piezas que ahora están rotas se colocaron en el momento de la construcción (entre 1995 y 1998) "porque eran lo mejor que se podía encontrar en el mercado, lo más caro, pero lo mejor de lo mejor", si bien reconoció que "hay imitaciones a porrillo", por lo que la empresa constructora trató de reducir costes optando por ese otro material, "pero no se le aceptó".

En investigación

La Dirección General de Transportes, reforzada con técnicos del área de Infraestructuras del Gobierno de Canarias, comenzó a investigar desde el primer momentos a fin de aclarar los motivos del derrumbe que se produjo a las 3:45 horas de ayer en el Intercambiador de Transportes de Santa Cruz de Tenerife, afectando a los 1.700 metros cuadrados de falso techo con los que cuenta la estación, recinto separado estructuralmente del resto del edificio. Desde el Ejecutivo regional se asegura que se trata de "depurar y asignar las responsabilidades que correspondan".

Los técnicos trabajarán hoy, por segundo día consecutivo, en la recogida de material, parte del cual ha sido enviado a diversos laboratorios para proceder a su análisis exhaustivo.

La sala afectada pertenece a la primera fase del Intercambiador, puesta oficialmente en servicio en octubre de 1998 e inaugurada en enero de 1999, momento en el que la gestión del inmueble quedó transferida a la compañía Titsa, a través del Cabildo de Tenerife.

Sin daño estructural

La directora general de Transportes, Rosa Dávila, que pidió "no anticiparnos al resultado de la investigación", puso el énfasis en que "la estructura del Intercambiador no tiene problemas" y en que hasta ahora solo se conoce la conclusión a la que ha llegado "el que fuera responsable de la obra" tras una primera inspección.

La hora en que se produjo el desplome evitó que hubiera daños personales, aspecto al que también aludió la directora general, quien espera que hoy quede completada la limpieza del recinto. Que se sepa, la incidencia registrada que afectaba a este falso techo del vestíbulo del Intercambiador consistió en el arreglo de alguna de las placas que lo formaban que se había salido de su posición.