El 26 de enero pasado tuvo lugar la inauguración y apertura del único tramo de la Vía Exterior que está construido, el que enlaza la autopista del Sur con la carretera general del Sur a la altura de El Chorrillo. Sin embargo, y pese a que se anunció la puesta en servicio de forma gradual, 10 meses después del acto oficial todavía no se puede utilizar esta carretera para acceder a la TF-1 si se trata de circular hacia el Sur de la Isla.
La causa es que no se ha completado la actuación a la altura del túnel que discurre a pocos metros de la autopista del Sur, que permanece cerrado y sin asfalto en su trazado. En cualquier caso, la advertencia de que ese espacio de la Vía Exterior permanece fuera de uso está mal colocada de forma que el usuario se ve obligado a incorporarse a la TF-1 en sentido Santa Cruz.
Las obras de esta fase de la Vía Exterior comenzaron en noviembre de 2006 con los primeros movimientos de tierra, después de que el Ministerio de Fomento la adjudicase a la empresa Dragados por un presupuesto de 18,3 millones de euros y tenían un plazo de ejecución de 20 meses, por lo que deberían haber concluido en el verano de 2008. Sin embargo, fue dos años después de la fecha inicial cuando las autoridades inauguraron el enlace, seis meses después de culminada.
La Vía Exterior, también denominada Circunvalación Oeste, forma parte del Plan Territorial Especial del área metropolitana, que incluye otras actuaciones para descongestionar el tráfico de la TF-5 como la circunvalación norte o la Vía Litoral.
Esta nueva carretera tendrá una longitud de 14,5 kilómetros y partirá desde la cabecera del aeropuerto de Tenerife Norte-Los Rodeos y finalizará en el enlace de la TF-1 inaugurado en enero. Esta solución viaria se ha ideado para que todas aquellas personas que procedentes del Norte tengan que dirigirse al Sur puedan hacerlo por esta futura carretera. Actualmente, los conductores tienen que realizar este trayecto a través de la denominada TF-2 que parte desde Santa María del Mar y llega a la TF-5 por Las Chumberas.