Cristina Tavío, presidenta insular del PP en Tenerife, rubricó ayer junto con el alcalde de Santa Cruz, Miguel Zerolo, la reedición del pacto de gobierno entre CC y PP en el Ayuntamiento capitalino que se fue al garete en julio del año pasado por la pérdida de confianza de Zerolo en el anterior primer teniente de alcalde, el portavoz popular, Ángel Llanos.

Precisamente Llanos ni estuvo, ni se le esperaba en el acto público montado ayer, de forma sorpresiva, para anunciar la reedición de un "acuerdo de estabilidad" establecido "entre partidos, no entre grupos municipales", según explicó Tavío para argumentar la presencia de su firma en detrimento de la del "pibe de Ofra".

El otro edil popular que no estuvo presente en el acto informativo fue Alfonso Soriano, principal valedor de Llanos y defensor de que la lealtad al número uno en la lista del PP en Santa Cruz se viera reflejada en las áreas que debían estar puestas a su disposición.

Pese a que Miguel Zerolo indicó que durante las negociaciones nunca se habló de vetos, el único nombre propio que se pronunció fue para corroborar que Manuel Parejo mantendrá la primera tenencia de Alcaldía. Adiós a la posibilidad de que Llanos vuelva a presidir algún Pleno como alcalde accidental ante una ausencia de Zerolo (un intento de limitar el exacerbado protagonismo de Llanos, que nunca fue bien visto ni por CC ni por la propia dirección insular del PP) y adiós a la posibilidad de sentarse a la diestra del alcalde en la mesa presidencial (una simbólica muestra del poder alcanzado en cualquier pacto de gobierno).

De esta forma, los ediles conservadores que pasarán mañana a formar parte del Equipo de Gobierno (también conformado por el concejal de CCN, Ignacio González, y por los dos de Ciudadanos de Santa Cruz, Guillermo Guigou y Ángel Isidro Guimerá, éstos "de aquella manera") no saben aún qué áreas de gobierno deberá gestionar cada uno.

Las áreas están claras, es decir, las que se habían venido hablando en los últimos días: Economía y Hacienda, Recursos Humanos, la Oficina Municipal de Información al Consumidor (OMIC), Sanidad y Calidad Ambiental, el Organismo Autónomo de Cultura, Patrimonio Histórico y los distritos de Anaga y Salud-La Salle. Nada de Deportes, nada de Fiestas y, por supuesto, nada de la Sociedad de Desarrollo (para tranquilidad de Guimerá), áreas que gestionó hasta la ruptura del pacto.

El PP pierde poder

La pérdida de cuotas de poder por parte del PP en comparación con el pacto suscrito en 2007 parece clara, pero los interrogantes que quedaron abiertos fueron muchos más que las incógnitas despejadas. Todo será debatido -o impuesto- en una reunión del grupo municipal del PP que tendrá lugar hoy y en la que se decidirá qué papel pasarán a jugar Llanos y compañía.

Visto lo visto, el que pretendía ser futuro alcalde de Santa Cruz podría tener que realizar ciertos cambios en sus planes porque, previsiblemente, ni le robará demasiado protagonismo a Zerolo en el gobierno municipal ni podrá bordar su papel de fustigador implacable en la oposición. Para más inri, Tavío le volvió a dar un puntapié dialéctico sin nombrarlo cuando expresó que se debían "aparcar viejas rencillas por declaraciones desafortunadas que espero que no vuelvan a repetirse", en velada referencia al atrevimiento de tildar de "imputado" a su socio de gobierno.

Zerolo, por supuesto, sale ganando y con seis actas de concejal más bajo el bolsillo para los futuros temas que deberán aprobarse en el consistorio. El más cercano, el proyecto de presupuestos para 2010.

El precio a pagar: José Alberto Diáz-Estébanez volverá a quedarse sólo como portavoz de CC, "quizás el papel más importante", según Zerolo, al prescindir de Economía y Hacienda; Ángela Mena, se desprende de Cultura (segunda área que debe ceder en este mandato tras entregarle a Ignacio González Cohesión y Bienestar Social), pero seguirá siendo titular de Mujer, Juventud y Participación Ciudadana, y Luz Reverón (que con la que está cayendo en Urbanismo no se la vio por allí) se desprende de Patrimonio Histórico y del distrito de Anaga, que no parecían ser demasiado prioritarias en su gestión. Además, Ilda López y Begoña Ortiz dejarán de ser las responsables de Sanidad y Calidad Ambiental y del distrito de Salud-La Salle, respectivamente.

Pese a que el pacto se coció a fuego lento durante dos meses, lejos de las prisas que le entraron a Zerolo en 2007 para bloquear una posible operación de ingeniería política entre PSC, PP y Ciudadanos que lo desbancara de una administración que lleva gobernando desde 1995, el PP no consigue afianzarse en las áreas de gobierno fundamentales, salvo, quizás, Economía y Hacienda.

Cristina Tavío, con quien Miguel Zerolo ya suscribió un pacto (sin necesitarlo) en 2003, admitió que en el pasado se ocuparon "en exclusiva" de las áreas del PP y "eso debilita". Por ello planteó una nueva forma de afrontar las tareas de gobierno más "cohesionada" y sin cabida para los "personalismos", otro viaje a Llanos. Asimismo, justificó el pacto en que "no podemos esperar catorce meses para tomar decisiones" y mantuvo que se tardó en llegar a un acuerdo porque "estábamos restableciendo la confianza perdida".

Por su parte, Zerolo se apresuró a detallar que él no rompió ningún pacto, sino que sólo perdió la confianza en el primer teniente de alcalde, aspecto éste ya resuelto a no ser que Manuel Parejo se gane su desconfianza (algo poco probable). Al acto también acudió, en calidad de testigo de la reconciliación, el concejal del CCN, Ignacio González, para dar su visto bueno a la nueva mayoría de gobierno que se instaurará durante los próximos catorce meses. Si es que dura tanto.