El martes se cierra al tráfico durante mes y medio la avenida Reyes Católicos para ejecutar la obra de recogida de aguas pluviales, tras haberse aprobado los trabajos dentro de los Fondos Estatales de Inversión Local por un montante de 960.750 euros, con un plazo de ejecución de nueve meses, y ya se presiente que será un auténtico caos circulatorio. La presencia policial se intensificará en la zona por la mañana y la tarde para advertir a los conductores de las entradas y salidas habilitadas, ya que, según comentó ayer el concejal de Seguridad, Hilario Rodríguez, "va a suponer un problema por lo habitual del uso. Es una obra incómoda para el tráfico de salida".

José Víctor Lecuona, jefe de servicio de Tráfico, dijo que "la semana que viene se cortará el tráfico delante mismo del colegio El Chapatal y los coches subirán por la calle Unamuno hacia la avenida Madrid hasta tomar la avenida Benito Pérez Armas en sentido ascendente y descendente".

Para ello se habilitarán unos semáforos en esa zona para regular la preferencia. Sobre el 15 y 20 de agosto se espera que "todo vuelva a la normalidad", según se dijo ayer en rueda de prensa, aunque seguirán las obras en la calle Gilberto Cayol López.

La entrada y la salidaNorberto Plasencia, edil de Infraestructura y Obras, explicó que "las obras obligarán a reorganizar el tráfico". Reyes Católicos sufrirá durante 45 días un corte de circulación en sentido salida hacia las autopistas entre las calles Unamuno y Pablo Picasso, de forma que el tráfico será desviado por Unamuno para reconducirlo por la avenida Madrid y que desde ahí, los conductores puedan regresar a las ramblas.

El día 14 de julio, se llevará a cabo el desvío de la entrada en el tramo de Reyes Católicos. Asimismo, Plasencia dijo que "existen unos problemas en el tramo de Heliodoro Rodríguez López, ya que va a estar cortado al tráfico en sentido salida a la calle San Sebastián por el movimiento de tierra. Este tramo se quiere hacer antes, entre este mes y el próximo, antes de la temporada de fútbol. Sería un peligro bastante grande tener una zanja de casi dos metros de ancho por cuatro de profundidad prácticamente a la entrada del estadio".

El concejal además comentó que se están repartiendo entre los vecinos unos trípticos informativos. La obra en sí consistirá en la instalación de un colector de gran diámetro, de metro y medio, hacia el barranco de Santos, bajo los viales de la citada avenida, por los charcos de hasta medio metro de altura que se forman cuando llueve, como el 31 de marzo de 2002.