Maestro, director de la sucursal de CajaCanarias y alcalde. La vida profesional de Rodolfo Afonso siempre estuvo relacionada con el trato con la mayoría de los vecinos de Candelaria, bien en su educación, en su economía o en la prestación de bienes y servicios. Pasado mañana recibirá el título de Hijo Adoptivo de la Villa Mariana a propuesta, curiosamente, de quien fue uno de sus rivales políticos más críticos a finales de los años 90, el actual regidor, José Gumersindo García Trujillo.

Rodolfo Afonso nació en Santa Cruz de La Palma y estudió en la Escuela de Magisterio de La Laguna. Su primer destino como maestro fue Lanzarote, a donde llegó soltero en 1963. En unas vacaciones de Navidad volvió a su isla, donde contrajo matrimonio con su actual esposa, María Nieves Toledo Sanjuán.

En 1965, llegó a Candelaria para dar clases en una escuela situada en el viejo Ayuntamiento, donde está la balconada sobre la Fuente de los peregrinos.

Después de algunos años, el colegio se trasladó a una escuela unitaria situada junto a las viviendas sociales Antón Guanche.

Fue impulsor de los estudios de Bachillerato a finales de los años 60 en el municipio. Él, con el apoyo de otros maestros de Primaria, se ofreció a impartir clases en una academia de las de entonces y, a final de curso, los alumnos iban a examinarse al Instituto Cabrera Pinto. Fue tal el éxito de la iniciativa y el número de alumnos que se presentaban a dichas pruebas que el entonces director del centro académico lagunero, Leoncio Afonso, le propuso a Afonso que fueran los profesores los que acudieran a Candelaria a examinar. Hoy, algunos de esos estudiantes son profesores en varios centros de Secundaria.

Fue nombrado alcalde en febrero de 1967. ¿Cómo accedió a la política? Afonso cuenta que, cuando daba clases en el viejo ayuntamiento, coincidía con el anterior regidor, Juan Castellano Castellano, que percibió en él cualidades para ejercer de alcalde. Y, de esa manera, le generó su "vocación de alcalde".

Fue una "etapa difícil", según sus propias palabras, "con escasos medios económicos que suplíamos con mucha ilusión".

De esos años recuerda, por ejemplo, los esfuerzos por mejorar las actividades educativas, culturales y sociales del municipio.

¿Qué le impactó de la gente de Candelaria en aquellos años a mediados de los 60? Rodolfo Afonso recuerda que era "un pueblo eminentemente pescador, del que admiraba su entrega y sacrificio para poder sacar adelante a sus familias".

Afonso señala que aquellos pescadores muchos días se tenían que quedar en tierra, sin salir a faenar, por las malas condiciones del mar.

Explica que, después, con el paso del tiempo, las cosas fueron cambiando para mejor en la década de los 70 y los 80. Y, fundamentalmente, en la década de los 90 el "progreso" de la Villa fue considerable.

Por los años 70 logró abrir en el pueblo sureño la primera sucursal de la Caja General de Ahorros de Canarias (después, CajaCanarias). Durante años, en las primeras horas de la mañana, hasta el mediodía, trabajaba en la entidad de ahorro y, por la tarde, dedicaba sus esfuerzos al ayuntamiento.

Afonso fue alcalde en su primera etapa hasta 1979, cuando tuvieron lugar las primeras elecciones democráticas municipales. Él decidió no presentarse.