UUn avión de la compañía Ryanair con destino a Madrid fue desalojado hoy en el aeropuerto de Bruselas-Zaventem tras una amenaza de bomba que resultó ser falsa, según informó el canal de televisión flamenco VTM y confirmó la agencia de noticias Belga.

De acuerdo con la cadena de Flandes, la policía hizo bajar de la aeronave a los pasajeros y procedió a un registro del aparato.

También se revisó todo el equipaje del vuelo con la ayuda de perros, pero no se encontraron explosivos.

"A continuación, el avión pudo despegar", indicó a Belga la portavoz del aeropuerto bruselense, Florence Muls.

Según la propia compañía aérea, la tripulación del vuelo del 2 de septiembre de Bruselas a Madrid solicitó asistencia policial después de que varios pasajeros perturbaran el vuelo antes del despegue. La policía desalojó y detuvo a estos individuos antes de que el vuelo despegara hacia Madrid. Recalcan que no van a "tolerar comportamientos de este tipo y la seguridad y el confort de nuestros clientes, tripulación y aviones es nuestra primera prioridad", dejando el asunto en manos de la policía local.

La policía federal confirmó a VTM la apertura de una investigación judicial sobre el suceso.

Según el mismo medio, la tripulación habría activado el procedimiento de emergencia después de que un individuo pronunciara las palabras ''Allah-u Akbar'' (Dios es grande), que algunos terroristas yihadistas exclaman al cometer atentados, pero el avión pudo despegar finalmente sobre las 09.25 hora local (07.25 GMT).

El canal de televisión refirió que nueve jóvenes belgas de origen italiano habrían tratado de gastar una broma y, en consecuencia, fueron expulsados del vuelo e interrogados.

"El comandante del vuelo se negó a llevar a los nueve jóvenes. Uno de ellos era un bromista tonto que dijo ''Allah-u Akbar''. Los nueve tuvieron que bajar y ser interrogados. Se ha preparado un expediente judicial porque anunciar un ataque que no es tal también es punible", aseguró a VTM desde la policía federal Peter De Waele.

En marzo de 2016, tanto el aeropuerto de Bruselas-Zaventem como el metro de la ciudad fueron objeto de sendos ataques terroristas que costaron la vida a 32 personas.