El caso del asesinato de Urbana Ramos Plasencia, la vecina de Fonsalía (Guía de Isora) que fue asesinada el 9 de noviembre de 2001, tiene un nuevo capítulo, después de que el Juzgado de Primera Instancia número 2 de Arona decidiera el pasado mes la reapertura de este asunto. Y es que, como es bien sabido, esta muerte violenta continúa sin esclarecerse y el autor o autores continúan en libertad.

El citado órgano judicial tiene en cuenta el informe emitido por el fiscal, que está a favor de la reapertura del citado expediente ante la posibilidad de obtener nuevos indicios, a través de ciertas pruebas periciales.

Además, el documento del Ministerio Público considera que en este asunto concurren las circunstancias previstas en la actual legislación para que proceda declarar la instrucción compleja de la causa.

Eso significa que, a partir del mencionado auto, las entidades que determine la autoridad judicial disponen de 18 meses para tramitar las diligencias que se estimen oportunas.

Ese paso depende, inevitablemente, de que en sede judicial se conserve una serie de muestras identificadas sobre la muerte violenta de Urbana Ramos Plasencia.

En caso afirmativo, la juez determina que sean enviadas al Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses, con sede en Canarias, para que sean analizadas y los resultados remitidos al Equipo Territorial de Policía Judicial de la Guardia Civil.

La reapertura del expediente hay que asumirlo con suma prudencia.

El criminólogo Félix Ríos, portavoz de la familia, expresó su alegría por la noticia de la reapertura del caso. Pero matizó que "la familia quiere ser prudente, ya que han sido muchas las desilusiones judiciales en este asunto, y no sería de sorprender que los indicios a analizar no se concreten en el juzgado, o que el propio Instituto de Toxicología de Canarias no logre extraer ADN de ellos".

Félix Ríos explica que "ponemos de nuevo nuestra confianza en el Juzgado y en la Guardia Civil", pero considera que habría que encargar las pruebas de estudio genético de las muestras al laboratorio del profesor Carracedo, en Santiago de Compostela, ya que se trata del más prestigioso de España y gran parte de Europa.

El criminólogo señala que "no debemos olvidar que esta podría ser la última oportunidad de resolver el crimen de Urbana Ramos Plasencia". Cuando falleció, Urbana era madre de dos hijos y estaba en fase de divorcio de su marido.

Más de 15 años han pasado desde que el cadáver de la vecina de Fonsalía apareció junto a su vehículo en una pista de tierra próxima a Playa de San Juan y a su propio domicilio.