Dos personas presuntamente vinculadas a la izquierda abertzale fueron detenidas ayer acusadas de agredir a dos guardias civiles fuera de servicio y a sus parejas en la madrugada de ayer en un bar de Alsasua (Navarra).

Según informaron fuentes de la delegación del Gobierno, los hechos tuvieron lugar en la madrugada de ayer, en torno a las 5:00 horas en el bar Koxka de esta localidad navarra cuando, por causas sin concretar, un "grupo numeroso" de personas, que "parece" vinculado con la izquierda abertzale, comenzó una pelea.

Uno de los agentes tuvo que ser intervenido quirúrgicamente por las lesiones sufridas en una pierna y en la cara, mientras que el otro guardia civil y las parejas de ambos presentaban lesiones, magulladuras y hematomas.

Todos ellos fueron trasladados al Complejo Hospitalario de Navarra mientras la policía foral, que acudió en apoyo de la guardia civil, se hacía cargo de la investigación de los hechos y detenía a dos personas.

La investigación sobre lo sucedido está abierta y los agentes autonómicos no descartan que puedan producirse nuevos arrestos y que al delito ya imputado se sumen otros.

Según la Asociación Española de Guardias Civiles (AEGC), los agentes "han sido salvajemente agredidos por aproximadamente 50 personas pertenecientes a la izquierda radical vasca al ser reconocidos como miembros de la Guardia Civil".

"Una vez más los valientes gudaris, haciendo gala de una cobardía sin parangón, valiéndose de una superioridad manifiesta, se lanzaron cual jauría de perros rabiosos contra unos servidores públicos por el simple pecado de ser guardia civil", dice esta asociación, que muestra su "repulsa e indignación ante estas agresiones fruto del odio y el extremismo".

Para la Unión de Guardias Civiles (UGC), los agresores podrían estar vinculados al movimiento denominado "Ospa Eguna" (día de la huida), de la izquierda radical abertzale, para reclamar la expulsión de las fuerzas de seguridad estatales de País Vasco y Navarra.

La presidenta de Navarra, Uxue Barkos, acompañada por el consejero de Salud, Fernando Domínguez, ha visitado en el hospital al agente ingresado y a una de las mujeres que aún permanecía en el centro sanitario, han hablado con sus familias y "se han puesto a su disposición para lo que puedan necesitar".

El Gobierno navarro ha expresado su "más rotunda condena" a estos actos que "no tienen cabida en una sociedad democrática" y ha trasladado su "cercanía, solidaridad y apoyo" a los agredidos, a quienes ha deseado una pronta recuperación.

Rechazan la "brutal y cobarde paliza"

La delegada del Gobierno en Navarra, Carmen Alba, que visitó al agente hospitalizado, mostró su "más enérgica condena y repulsa" por lo ocurrido.

UPN condenó la "cobarde y brutal paliza" que han recibido los funcionarios y sus parejas, y que, precisa, "no podemos consentir ni amparar".

Geroa Bai lamentó y condenó la agresión y mostró su solidaridad con los heridos, mientras que el PSN pidió "un compromiso firme social y político por la convivencia pacífica, sustentada en el respeto".