En 1977 El País publicaba la foto de Juan F.G. como uno de los autores del atraco a un banco. Cuatro décadas después, este histórico delincuente ha vuelto a aparecer en los medios de comunicación. Treinta años por distintas cárceles no le han hecho desistir de la única ocupación que se le conoce.

¿El que tuvo, retuvo? Juan llevaba delinquiendo desde los años 60, según han recordado a Efe fuentes de la investigación, si bien desde 2007 no se había "movido".

Pero una operación conjunta de la Guardia Civil y de la Policía ha permitido localizarle y detenerle junto con otro compinche de 56 años y atribuirle su participación en dos atracos en 2003, en enero y agosto, en bancos de Cuenca y Toledo. Otro más, en Móstoles (Madrid) en abril de 2014, lo perpetró solo su "socio".

Juan ya está de nuevo en la cárcel, que conoce bien, y su detención ha dado al traste con sus claras intenciones de atracar otros dos bancos en Aranjuez (Madrid) y Montalbo (Cuenca).

Un histórico atracador que se enorgullecía de sus acciones, que ha intentado fugarse de distintas prisiones y que adoptaba grandes medidas de seguridad en sus desplazamientos, como cambios de itinerarios para un mismo origen y destino e, incluso, de velocidad.

Además, han precisado las fuentes, no mantenía muchas relaciones de amistad ni familiares.

Su medio de vida han sido siempre los atracos. Los botines obtenidos le permitían mantener tres casas: una en Ávila, otra en Madrid y otra en Jávea (Alicante). Porque con la pequeña pensión que cobraba, no hubiera podido hacerlo.

No se le ha conocido profesión alguna y, al parecer, no le ha hecho falta. Su "oficio" lo aprendió de joven y en él ha seguido.

Y como intentaba vivir tranquilo y sin vicios, no tenía la prisa por cometer atracos como su compinche, a quien, al parecer, le urgía perpetrarlos para costear alguna de sus "debilidades".

Juan iba a coger su coche al lado de su casa de Jávea cuando los agentes le sorprendieron.

En el registro de su domicilio y en el de su compinche se han encontrado armas cortas (aunque no las utilizaron en ninguno de sus atracos, no hubieran dudado en hacerlo si la cosa se hubiera puesto fea), pelucas, gafas y hasta chalecos antibalas.

Incluso, la vestimenta que usaron en los atracos, igual a la que se observa en las cámaras.

Con 71 años, Juan, que no tenía vigente ninguna orden de detención, vuelve a estar entre rejas. ¿Hasta cuándo?.