La Policía Nacional detuvo a trece personas porque formaban parte de una organización criminal a la que se imputan hurtos de tarjetas de crédito con las que se cometieron estafas por más de 50.000 euros.

Esa cantidad corresponde al dinero que se gastó en comprar bonos de tranvía con 62 tarjetas de crédito extranjeras, pero no se ha cuantificado el total del dinero extraído de los cajeros automáticos.

Los acusados son rumanos y la investigación se inició tras detectarse una compra consecutiva de 392 bonos de tranvía en poco tiempo y por medio de tres tarjetas de crédito.

Esta organización actuaba en Valencia, Baleares, Costa del Sol y Canarias.