La mujer de 57 años detenida este miércoles por la tarde en Lleida por presuntamente matar a golpes con una balanza romana a un anciano de 93 años, en su casa de la calle Valls d''Andorra, tiene antecedentes por delitos contra el patrimonio y le conocía, han informado a Europa Press fuentes cercanas al caso.

La detenida, vecina de Lleida, sigue custodiada en dependencias policiales a la espera de declarar ante los Mossos d''Esquadra, y se prevé que pueda pasar a disposición judicial el sábado, cuando se cumple el plazo legal, ante un juzgado de guardia de Lleida, han informado a Europa Press fuentes judiciales.

Por el momento los investigadores no concretan qué relación tenían la víctima y la agresora, aunque sí se confirma que se les había visto juntos y que se conocían.

La principal hipótesis del crimen que barajan los investigadores es el robo, ya que la casa estaba revuelta, aunque fuentes judiciales han indicado a Europa Press que el posible ladrón o ladrones no pudieron encontrar la caja de herramientas donde el anciano guardaba dinero, que fue localizada por la policía con el candado sin forzar.

Lo que sí parece estar claro es que la presunta autora del crimen se ganó la confianza del anciano porque la puerta de la vivienda no estaba forzada ni había signos de violencia cerca de la entrada, por lo que, según fuentes judiciales, se conocían.

En cualquier caso, se desconoce si la detenida finalmente robó en la vivienda porque aparatos electrónicos como el televisor y otros objetos de valor seguían en la casa, aunque como el anciano solo tiene como familia a una sobrina, se desconoce exactamente qué pertenencias tenía.

MUERTO A GOLPES CON UNA BALANZA ROMANA

La autopsia concluyó que el hombre presentaba politraumatismos craneales severos, ya que recibió tantos golpes en la cara con la balanza romana --que ha sido recuperada en la misma vivienda-- que la tenía completamente destrozada cuando fue hallado por la policía.

El anciano fue hallado en su habitación en avanzado estado de descomposición, ya que llevaba tres días muerto cuando llegaron la Policía Local y los Bomberos de la Generalitat, tras recibir el aviso de los vecinos por el fuerte olor que desprendía la vivienda.

La investigación continúa abierta y se indaga si la mujer pudo tener otros cómplices, aunque fuentes consultadas por Europa Press no descartan que el crimen lo haya podido cometer una sola persona pese a su extrema violencia debido al tipo de arma utilizada.