La Fiscalía solicitó ayer una pena de nueve años de prisión para J.Y.A., acusado de un delito continuado de agresión sexual hacia una menor de once años.

Los hechos ocurrieron, según las conclusiones de la Fiscalía, ocurrieron en Santa Úrsula entre octubre de 2008 y el 3 de mayo de 2009, día en que estos fueron denunciados ante la Guardia Civil.

Presuntamente, el acusado, que vivía en el mismo edificio que la niña, aprovechaba las ocasiones en que esta acudía a su patio de luz para recoger ropa que se había caído de su domicilio para realizarle tocamientos encima de la ropa en diferentes lugares de su cuerpo, así como a decirle frases como que "era bonita".

Estas acciones se repetían cuando se encontraba con la menor en la escalera y en la azotea.

Pese a que, según declaró la menor durante el juicio celebrado ayer, esto ocurría varios días a la semana, no fue hasta el 3 de mayo cuando denunció, a raíz de que su padre escuchó y vio a la niña huir del acusado por las escaleras del edificio, tal y como aseguró el progenitor en la vista oral.

La niña relató que había narrado estos hechos con anterioridad a su madre y su abuela, aunque esta última negó que le hiciera esa confesión. Además, aseguró que continuaba yendo a la azotea para ayudar a su madre, aunque "tenía miedo".

Por su parte, J.Y.A. negó estos hechos durante su declaración ante el Tribunal, y aseguró que la acusación surgió a raíz de una trifulca familiar relacionada con un juicio celebrado poco antes de que se presentara la denuncia y en el que tanto él como el padre de la menor intervinieron.

Por su parte, los psicólogos que se entrevistaron con la niña consideraron "creíble" el relato de la misma, y señalaron que existía concordancia entre lo narrado y las pruebas realizadas.

La Fiscalía también solicita una indemnización de 30.000 euros para la víctima, y la defensa la libre absolución del acusado.

Este caso quedó visto para sentencia por el Tribunal de la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Santa Cruz de Tenerife.