Testigos de la defensa en el caso Kárate, que fueron alumnos del gimnasio del principal acusado, afirmaron ayer que nunca vieron conductas sexuales extrañas en el procesado Fernando Torres Baena ni en los otros tres imputados, aunque reconocieron que fueron muy poco o nunca al chalé de Vargas. Uno de estos testigos, identificado con el número 122 y que asistió como letrado a los acusados en sus primeras declaraciones, señaló que "jamás notó absolutamente nada" y que Torres Baena, cuando fue arrestado, "no podía imaginar el motivo". Este testigo, que entrenaba en el gimnasio de Torres, dijo que nunca estuvo en Vargas y que como karateca colaboró como asesor de la federación de Kárate de Gran Canaria.