El exdirector de la principal sucursal bancaria de la Caja de Ingenieros de Barcelona Jordi B., para quien el fiscal pide 6 años de cárcel, admitió ayer que entre 1999 y 2002 estafó más de 5 millones de euros a "clientes VIP", la mayoría personas de avanzada edad que confiaban ciegamente en él. En la Audiencia de Barcelona empezó ayer el juicio contra J.B., acusado de estafar a clientes suyos, la mayoría con una salud precaria, falsificando su firma en cheques o engatusándolos con productos financieros de riesgo. El acusado se limitó a admitir con unos "sí" apenas audibles en la sala que cometió los delitos de los que le acusa el Ministerio Fiscal.