Las fuerzas de seguridad en el Sur de Tenerife vuelven a enfrentarse a la "pesadilla" de la proliferación de hurtos en establecimientos comerciales, paradas de guaguas y lugares de concentraciones masivas de personas, como mercadillos o playas. Los agentes tienen claro que, con la llegada de los meses de invierno, como en los últimos años, la proliferación de robos al descuido está vinculada, de forma mayoritaria, al asentamiento temporal de ciudadanos rumanos en varios núcleos del Sur de la Isla.

Uno de los lugares preferidos por estos ladrones "profesionales" para actuar son supermercados de conocidas cadenas de distribución alimenticia. En uno de ellos, situado en la zona de Playa de las Américas, estos delitos contra el patrimonio se aproximan a la decena cada día.

Así le ocurrió a un turista peninsular hace pocos días. Horas antes de regresar a su ciudad de origen, estaba en el supermercado y sintió que alguien lo empujaba con una botella de refresco. Poco después se dio cuenta de que le habían sustraído la cartera, con 800 euros, así como tarjetas y otro tipo de documentación. Mayor fue la cuantía sustraída a un turista ruso. A veces, las denuncias se interponen en la Comisaría del Cuerpo Nacional de Policía del aeropuerto Reina Sofía, cuando las víctimas ya se van de la isla con "un trago amargo". En uno de los últimos fines de semana, en la Comisaría de la Policía Nacional de Las Américas, las denuncias por hurtos en diferentes circunstancias se aproximaron al centenar.

Pero el problema no recae exclusivamente en la demarcación del Cuerpo Nacional de Policía. Como ejemplo de las diferentes zonas escogidas para operar por parte de estos grupos organizados de ladrones, agentes de la Guardia Civil han recibido varias denuncias por diversos robos al descuido en un supermercado de Los Gigantes.

El Cuerpo Nacional de Policía y las policías locales de Arona y Adeje llevan a cabo un dispositivo con agentes de paisano para tratar de frenar la oleada de este tipo de delitos. Sin embargo, capturar "in fraganti" a estos profesionales de los hurtos no es tarea sencilla, debido a su habilidad para pasar desapercibidos ante víctimas, funcionarios policiales o vigilantes.

Su sentimiento de impunidad lleva a estos delincuentes "profesionales" a operar, incluso, en la zona de entrada, las recepciones o piscinas de algunos hoteles, donde se llevan las maletas que pueden de los turistas recién llegados.

Hace pocos días fue desmantelado uno de estos grupos, con cuatro rumanos, por delitos similares en el Puerto de la Cruz.