La madre de la niña Aitana, que murió en 2009 en Tenerife al parecer tras una caída, solicita a la juez que estudie un informe forense elaborado a instancias suya y que plantea que la menor tuvo una muerte violenta.

La menor de tres años falleció el 27 de noviembre y, aunque en un primer momento el compañero de la madre fue detenido por estos hechos, posteriormente el titular del Juzgado de Instrucción número 7 de Arona lo puso en libertad sin cargos, tras conocer los resultados de la autopsia realizada en el Instituto de Medicina Legal de Santa Cruz de Tenerife. En su auto, el juez señalaba que la decisión se debía a que la muerte de la niña se pudo producir, según los informes forenses, por un golpe que se causó en una caída accidental ocurrida en un parque infantil de la urbanización donde residía y que tuvo lugar cinco o seis días antes de su fallecimiento. Ahora, la madre de la pequeña, B.G., pide al juzgado que escuche a los forenses que, a instancias suyas, han elaborado un informe en el que aprecian otras causas para la muerte.

En declaraciones a CanariasRadio La Autonómica, la madre se muestra ahora convencida de que su hija no murió "por accidente tras haber caído de un columpio". Sostiene que hay "muchísima gente que cree que su hija fue maltratada" y considera "vergonzosa la autopsia que le realizaron (...) en Tenerife".

B.G. espera que la nueva jueza que lleva ahora el caso dirima responsabilidades sobre la muerte de Aitana, y dice que en todo esto "la única perjudicada ha sido Aitana". Al ser interrogada por la Guardia Civil por los supuestos malos tratos y el fallecimiento de la niña atribuidos inicialmente a su exnovio, B.G. siempre apuntó a la hipótesis de la muerte accidental de la menor.

En sus declaraciones a la emisora habla también de D.P., por entonces su pareja sentimental y acusado en un primer momento de la muerte de la niña, sobre el que dice que "a ese chico nadie le ha destrozado la vida. Él nos la ha destrozado. Se la ha destrozado a mi familia y a mi hija".

Los informes forenses que se emitieron en su día indicaban que las lesiones que presentaba el cadáver de la niña eran "enteramente compatibles con haberse producido por una caída presumiblemente accidental, de una antigüedad aproximada de unos 5-6 días". Además, descartaba que la niña sufriera agresiones sexuales y, respecto a las lesiones, el texto decía que eran "totalmente compatibles con maniobras repetidas de reanimación". Plácido Alonso Peña, abogado defensor D.P., expresó su sorpresa de que la acusación particular haya tardado casi año y medio en reaccionar y que lo haga con un informe donde se afirma "que la muerte pudo deberse a un homicidio, pero sin pedir una exhumación del cadáver para una nueva autopsia". Peña agregó que su defendido "está hundido" y que el viernes, día en el que habrá un careo entre los forenses, le deberán aclarar si el homicida "fue algún médico o mi defendido".