El Cuerpo Nacional de Policía desmanteló un grupo organizado de narcotraficantes formado por ciudadanos colombianos que operaba en el Sur de Tenerife, así como en otras islas, y detuvo a seis personas en total, después de intervenirles casi cuatro kilos y medio de cocaína. Los investigadores descubrieron que los acusados no se fiaban de canarios o personas de otras nacionalidades para efectuar la redistribución de la sustancia, por lo que todo el proceso era asumido por ellos, según pudo saber EL DÍA.

La operación fue desarrollada por el Grupo I de la Unidad de Drogas y Crimen Organizado (Udyco) de la Brigada de Policía Judicial de Santa Cruz de Tenerife. Los arrestados son cuatro varones y dos mujeres, que residían en el municipio de Granadilla de Abona. Todos los implicados eran naturales de la ciudad de Cali.

Los hombres fueron identificados como P.A.T.G., de 36 años; L.A.G.H.; A.F.C., de 32 años, así como N.E.J.T., mientras que las mujeres son E.M.L.G. y N.H.A.

Respecto a L.A.G.H., los agentes descubrieron que tenía su domicilio conocido en una localidad de Tarragona, aunque realmente residía en Granadilla, como sus compañeros de organización.

Según pudo averiguar EL DÍA durante la jornada de ayer, la zona de influencia en la que vendían la cocaína abarcaba diversos núcleos de Granadilla y Arona, como, por ejemplo, San Isidro, la urbanización Ten-Bel, Los Cristianos, La Camella o Parque La Reina.

La "operación Tarajal" fue puesta en marcha el pasado mes de mayo y la investigación estuvo coordinada en todo momento por la Fiscalía Antidroga de la Audiencia Provincial, cuyo titular es Miguel Serrano.

Las pesquisas comenzaron porque los agentes tuvieron información de que dos varones residentes en el Sur supuestamente distribuían la referida sustancia estupefaciente a un nivel medio.

Gracias a la vigilancia de los movimientos y relaciones de los implicados, los policías nacionales llegaron a conocer la estructura del grupo. Una parte de la organización realizaba frecuentes desplazamientos a Fuerteventura y Gran Canaria, adoptando muchas precauciones, tanto en sus viajes como al cambiar de vehículos con cierta regularidad.

Durante el dispositivo, la Udyco detectó un incremento de los traslados a otras islas y, ante la sospecha de que podían introducir en Tenerife una importante cantidad de cocaína, establecieron intensos controles a la llegada de diferentes medios de transporte que comunican la isla con el exterior.

Los investigadores localizaron a dos de los colombianos cuando esperaban en el muelle de Santa Cruz de Tenerife por un tercero, que llegó en un ferry a bordo de un coche de alquiler.

Tras interceptarlos y efectuar un registro minucioso en el automóvil, en colaboración con peritos policiales del Servicio de Automoción, los agentes detectaron anormalidades en el depósito de combustible. Cuando vaciaron dicho espacio, los funcionarios encontraron cuatro paquetes que contenían 4.448 gramos de cocaína. Dicha cantidad puede tener un precio en el mercado ilícito de 130.000 euros. Después fueron apresados los otros miembros de la banda, a la vez que se hicieron diversos registros domiciliarios en los que se intervino una máquina de envasar al vacío, dos coches, tres ordenadores portátiles, balanzas de precisión digital, documentos y efectos relacionados con la distribución de droga.