La Guardia Civil detuvo a 21 personas al desarticular un entramado delictivo compuesto por inmigrantes africanos dedicados a la compra y venta supuestamente fraudulenta de billetes de avión de la compañía aérea Binter Canarias.

En la operación, llevada a cabo por la Unidad Orgánica de Policía Judicial de Las Palmas, fueron arrestadas personas en Gran Canaria, Lanzarote y Fuerteventura, así como en Pontevedra y Madrid por supuestos delitos de estafa, falsedad documental y receptación.

La organización, que operaba desde diversos puntos del territorio nacional (Galicia, Cantabria, Barcelona y Canarias), conseguía tarjetas de crédito pertenecientes a entidades bancarias extranjeras sustraídas o cuya numeración y códigos fueron averiguados mediante métodos fraudulentos, incluidas estafas a través de internet. A tenor de los investigadores, algunos implicados delinquieron mediante el uso de algún tipo de ingeniería social, como el correo electrónico o sistemas de mensajería, para suplantar una identidad, cuyo fin es adquirir información confidencial de terceros para su futuro uso en ilícitos penales.

Con las mencionadas tarjetas, algunos arrestados realizaban operaciones de compra, a través de la red, de billetes de avión para terceras personas, a quienes captaban mediante una red social de contactos en colectivos de inmigrantes, habitualmente mauritanos o senegalés con residencia eventual en Canarias, aprovechando la precaria situación de estos y su escaso conocimiento de las leyes españolas.

Según la Guardia Civil, esta actividad había revertido en más de 300 operaciones presuntamente fraudulentas detectadas, con el consiguiente perjuicio para la compañía aérea y los titulares de las tarjetas de crédito usadas, a los que se les cargaron operaciones fraudulentas por más de 21.000 euros. No obstante, los investigadores no descartan que el montante real sea muy superior. Tras cinco meses de pesquisas, los guardias civiles consiguieron capturar a aquellos miembros de la organización encargados de tareas de captación y logística.

Además, los agentes apresaron a otras personas que se lucraban de la actividad ilícita, que "formaban parte de los colectivos de los que se nutrían de clientes, haciendo perder por completo la percepción de impunidad que se tenía de dicho lucro, perdiendo así su fuente de clientes", según el comunicado.