El presunto asesino de Isabel Canino, Salvador Morales Méndez, se rodeaba principalmente de tres personas que el pasado lunes prestaron declaración en el Juzgado Número 1 de Santa Cruz de Tenerife, y que, como ya publicara EL DÍA, están imputados aunque en libertad, tal y como dictaminó la titular del Juzgado. Se trata de F.M.M., hermano de Salvador; C.A.G., un amigo personal del presunto autor, y que, según las fuentes consultadas por este diario, realizaba labores de albañilería en la vivienda situada en el Camino de La Hornera, propiedad de Morales Méndez. Otro hombre de su confianza acudió igualmente al Palacio de Justicia. V.M.G., un compañero de un sindicato de la empresa de transportes Titsa, donde Salvador Morales estaba liberado. Hay que recordar que tanto el presunto autor de los hechos como Isabel Canino, la víctima, eran conductores del servicio interurbano. Fue el propio Morales quien, pasado el tiempo, introdujo a la fallecida en la compañía.