El papa ha advertido a los cristianos de los comportamientos que prefieren "apoltronarse en el sillón de las ganancias" porque la vida del creyente para no volverse "estéril" debe basarse en el amor.

"Si se pierde el amor, la vida cristiana se vuelve estéril... un conjunto de principios y leyes que hay que cumplir sin saber por qué", ha exclamado el Pontífice.

Francisco hizo estas consideraciones en una ceremonia en el Vaticano en la que ha proclamado santo al sacerdote español Faustino Míguez, fundador del instituto calasancio Hijas de la Divina Pastora.

Así, el obispo de Roma ha alertado de las actitudes que prefieren "apoltronarse en el sillón de las ganancias, de los placeres, de algún hobby", porque así "se envejece rápido y mal, se envejece por dentro". "Dios es lo contrario al egoísmo, a la autorreferencialidad. Él, nos dice el Evangelio, ante los continuos rechazos que recibe, sigue adelante, no pospone la fiesta", ha subrayado.

El pontífice ha centrado su homilía en las actitudes que prefieren tomar distancia ante las injusticias "no por maldad, sino porque se prefiere lo propio, las seguridades, la comodidad".

Durante la ceremonia de ayer, el papa, además del sacerdote español, ha proclamado a otros 34 nuevos santos: los llamados "tres niños Mártires de Tlaxcala (México)", asesinados entre 1527 y 1529, así como un grupo de 30 brasileños, considerados los primeros mártires del país, y el capuchino italiano, Angelo da Acri.