Si cuidamos nuestro rostro de manera diaria tendremos la garantía de presentar una piel fresca y lo más joven posible, siendo capaces de poder retrasar al máximo los tediosos estragos que se producen por el paso del tiempo.

El problema viene cuando nos saltamos ese cuidado o bien cuando usamos productos que puede que no tengan la calidad que deberían tener o bien que no sean respetuosos con nuestra piel (especialmente si tenemos una dermis demasiado reactiva).

La limpieza facial se debe de hacer todos los días, normalmente cuando nos vamos a dormir o dos veces al día en el caso de que nuestra piel nos lo pida. Además, para conseguir mejorar todavía más los resultados, esta limpieza puede ser complementada con el uso de mascarillas, así como determinados tratamientos para corregir algunas imperfecciones.

¿Cómo debo hacer la limpieza diaria de la cara?

Lo primero que tenemos que hacer es visitar una farmacia (ya sea físicamente o a través de su página web) y elegir todos aquellos productos que vayamos a usar. Es importante apostar por marcas reconocidas, las cuáles realmente puedan avalar los resultados que nos van a ofrecer.

Un buen ejemplo es la marca Sesderma, la cual cuenta con una larga serie de productos cosméticos a sus espaldas, para lograr siempre los resultados que los clientes y clientas buscan.

Otro de los puntos clave a considerar es que el tipo de producto que se vaya a usar se adapte a las condiciones del rostro: por ejemplo, no deberíamos usar el mismo artículo para tratar una piel seca, que una mixta o grasa. Además, también se debe de considerar el ambiente en el que vivimos, si es húmedo o bien si es seco.

Elige siempre un tipo de producto que incentive la hidratación; de esta manera, presentaremos una piel mucho más rejuvenecida y resistente al paso del tiempo, siendo capaz de poder retrasar los estragos el máximo tiempo posible.

Empezamos la limpieza facial diaria acabando con aquellas impurezas que nuestra piel pueda llegar a presentar debido a los restos de nuestro maquillaje.

Si ya tenemos maquillaje, lo eliminamos por completo. Una vez que lo hayamos hecho, una buena idea es usar la leche limpiadora, considerada el mejor producto para poder eliminar tanto los restos del maquillaje, cómo los estragos de nuestro rostro a la contaminación diaria.

A continuación necesitamos equilibrar el pH de la piel y para ello, aplicaremos un tónico facial. Este paso es completamente imprescindible en el caso de que anteriormente hayamos aplicado algún tratamiento que haya irritado la piel en cierta medida.

Para finalizar, ahora toca aplicar la crema hidratante. Elige una que tenga una base de agua para lograr la máxima hidratación posible. Ahora bien, si hay ciertas zonas del rostro en donde se presenten otros estragos (como manchas, heridas o acné), entonces siempre podemos usar cremas especiales o pomadas para combatirlos.

Sigue estos consejos y lograrás el cuidado facial que buscabas.