El presidente de la Asociación Ibérica de Zoos y Acuarios (AIZA) y de la Fundación Zoo de Barcelona, Miquel Trepat, defiende que los zoos no pueden desaparecer, como reclaman algunas entidades ecologistas, porque son "reservorios genéticos" que garantizan la continuidad de especies amenazadas.

Trepat afirma que la sociedad ya no entiende los zoológicos como en los siglos XIX y XX y han dejado de ser un simple escaparate de animales exóticos para entretenimiento público para convertirse en centros pedagógicos, de investigación y de cría en cautividad para preservar especies amenazadas.

Trepat explica que la evolución de los zoos tiene que continuar en cuatro direcciones: "Conservación, investigación, educación y sensibilización".

"Los zoos son un reflejo de la comunidad que los acoge", señala el que fue director durante los últimos siete años del zoo de Barcelona, una instalación que tiene 123 años de vida.

Miquel Trepat aboga por un cambio de concepción en los zoos que implica que "los animales estén en las mejores condiciones y que sus instalaciones recreen sus hábitats naturales, que tengan agua, vegetación, elementos de enriquecimiento de conductas naturales e incluso puntos de intimidad para refugiarse de las miradas del público cuando deseen estar solos", ha añadido.

Para conseguir culminar este cambio, el presidente de AIZA reconoce que es necesario seguir invirtiendo en renovar instalaciones. En el Zoo de Barcelona, actualmente el 15% del recinto está en obras, se está construyendo una réplica de la sabana africana que acogerá leones, jirafas y elefantes.