Manuel García Viejo, el religioso y médico del Hospital San Juan de Dios de Lunsar (Sierra Leona) infectado de ébola, debió llegar a España durante la última madrugada después de que ayer partiera, desde el aeropuerto de Torrejón de Ardoz (Madrid), el avión medicalizado para su repatriación. Contrariamente a lo que sucedió con el sacerdote Miguel Pajares, en el hospital La Paz-Carlos III de Madrid no se desaloja ninguna planta (entonces fueron dos), sino que se emplaza al afectado en una zona convenientemente aislada y adaptada de la sexta planta.

Asimismo, serán los doctores quienes decidirán hoy, presumiblemente, si administran a García Viejo el medicamento experimental que ha surtido efectos positivos en casos tratados en Estados Unidos y que el mismo que emplearon con el sacerdote Miguel Pajares, pero sin éxito.

Manuel García, de 69 años, pasó los doce últimos como director médico de la Orden en Lunsar. El avión Hércules medicalizado que le transportaba llegó a Freetown (Sierra Leona) a las 15:51 horas de ayer. Viajan dos tripulaciones, integrada cada una por un piloto, un copiloto, un navegante y un auxiliar (ocho personas en total), más dos equipos médicos formados por un comandante médico, un capitán enfermero y un cabo primero y un auxiliar de enfermería (seis en total, todos militares).

El aparato un T.10 (C-130 Hércules) del Ala 31 de Fuerzas Aéreas del Ejército del Aire con base en Zaragoza, fue adaptado a la misión de transporte sanitario en la base aérea de Torrejón. Para ello, detalló el Ministerio de Defensa, se instaló una cámara para aislar temporalmente a enfermos contagiosos, que proporciona la máxima protección al paciente y al personal sanitario que lo trata, así como un sistema de soporte vital para la monitorización del enfermo en todo momento.

Asimismo, cargaron otras dos cámaras de aislamiento (una segunda de reserva, ya montada, y otra más sin montar, con carácter preventivo) y material médico diverso con un total de 1.200 kilos.

Las tripulaciones, sanitaria y de vuelo de cabina estaban protegidas con monos impermeables que cubren de los pies a la cabeza, más gafas, mascarilla, guantes y calzas, para aislarlas de fluidos o partículas contaminantes en el área de trabajo próxima al paciente.

Posible caso en Menorca

El Hospital Mateu Orfila de Maó activó ayer el protocolo de actuación frente a la sospecha de un posible caso de ébola en el servicio de Urgencias y de Medicina Interna. Se trata de una paciente española que regresó recientemente a Menorca tras una estancia de seis meses en Kedougou, una región fronteriza de Senegal con Guinea Conakry. La paciente permanece hospitalizada en una habitación aislada del centro, pero en breve será trasladada en un avión ambulancia del SAMU 061 al Hospital de Son Espases por indicación del Servicio de Medicina Interna del centro menorquín. Será en el hospital palmesano donde se realizará la toma de muestras a la paciente y todas las pruebas complementarias necesarias.