El 26% de los españoles no ha usado nunca un ordenador, un porcentaje ligeramente mayor a la media de la Unión Europea (UE), del 22%, según los datos publicados ayer por Eurostat, la oficina comunitaria de estadística.

Estos datos, divulgados junto a otros indicadores de "alfabetización digital" en la UE, corresponden a la población de entre 16 y 74 años, y fueron recogidos a lo largo del año 2011.

Suecia fue el Estado miembro donde los ordenadores están más extendidos, ya que sólo un 4% de sus ciudadanos desconoce el uso de este tipo de dispositivos, seguido de Dinamarca, Luxemburgo y Holanda, todos ellos con el 6%.

En el otro extremo se situaron Rumanía, donde la mitad de la población nunca ha utilizado un PC, Bulgaria (45%) y Grecia (41%). El porcentaje de personas familiarizadas con los ordenadores sube notablemente en el grupo de población de entre 16 y 24 años en todos los Estados miembros.

Así, cuatro de cada cien jóvenes europeos son "analfabetos digitales", mientras que en España esta proporción se reduce a dos de cada cien. En Holanda, Austria, Luxemburgo y los países escandinavos, la totalidad de los jóvenes ha usado alguna vez un PC, mientras que Rumanía y Bulgaria obtuvieron también las cifras más bajas en este apartado, por debajo del 90%.

En toda la Unión Europea, el 63% de los adultos ha utilizado alguna vez un ordenador para copiar o mover un archivo, (frente al 58% en España), y el 43% ha realizado operaciones aritméticas básicas con una hoja de cálculo (el 41% en España).

Además, uno de cada tres europeos y una proporción similar de españoles ha creado presentaciones informáticas en alguna ocasión, mientras que el 10% de los europeos y el 12% de los españoles ha programado. En este caso concreto son los finlandeses, con un 26%, los más avanzados, mientras que los búlgaros se sitúan al final de la tabla, con solo un 2%.

Eurostat también difundió cifras del número de europeos que obtuvieron una titulación en informática en 2009, que supusieron el 3,4% de todos los graduados.

España fue el tercer Estado miembro con un mayor porcentaje, con el 5,1%, por detrás de Malta y Austria, ambos con el 5,6%.

Fuera de la UE

Los datos de Eurostat revelan también que es un país ajeno a la UE, la república de Macedonia, la que tiene el mayor porcentaje de graduados informáticos, con un 8,1%.

También fuera de los 27 de la UE, los datos de Eurostat ponen de manifiesto que Croacia y Noruega registraron en 2009 un 4% de titulados en informática; Suiza un 3,5%, Turquía, un 3%; e Islandia, un 2,6%.s

EFE, Madrid

La Asociación de Centros de Lenguas de la Educación Superior (ACLES), formada por 34 universidades públicas y privadas, ha propuesto un modelo común de criterios de acreditación de conocimiento de lenguas extranjeras para facilitar la internacionalización en el Espacio Europeo de Educación Superior.

Una investigación de 2010 impulsada por el British Council cuestionaba que todos los alumnos alcanzasen un nivel de lengua extranjera suficiente para un mercado laboral más globalizado y competitivo, dadas las disparidades de oferta de cursos y evaluación de los resultados académicos por las universidades.

El grupo de trabajo de ACLES encargado de la propuesta constata que la acreditación de niveles mínimos de competencia lingüística de entrada o salida en los nuevos grados y másteres es una realidad que afecta directamente a todas las universidades.

"La acreditación, por lo tanto, debe dar respuesta a estas necesidades y, respetando siempre la autonomía universitaria, debe realizarse de forma armonizada para no dar lugar a grandes divergencias entre las instituciones", según argumenta.

La forma de acreditación (mediante exámenes específicos, cursos, asignaturas superadas, estancias en el extranjero) es donde se detectan las mayores diferencias entre los centros.

"La acreditación debe respetar esta autonomía de cada universidad pero es de vital importancia -insiste ACLES- llegar a un consenso en lo que se refiere a la acreditación mediante exámenes específicos". La iniciativa se basa en un modelo "totalmente transparente", regido por parámetros comunes a los de otras universidades europeas, es decir conforme al Marco Común Europeo de Referencia para las Lenguas, lo que permite la movilidad y la cooperación internacionales.

Se basa en la superación de exámenes organizados y desarrollados por los centros de lenguas (es decir, por las propias universidades) y desvinculados de la formación impartida por aquellos.

Esta acreditación de ACLES de los exámenes de las propias universidades sería reconocida por todas aquellas que aceptasen el modelo, tanto si están asociadas a la organización como si no, y no excluiría, en ningún caso, las acreditaciones mediante otros exámenes de otras instituciones públicas y privadas.

El modelo fija los requisitos de los centros de lenguas acogidos al modelo de certificación, que podrán decidir qué idiomas y niveles acreditan, y establece asimismo los estándares del proceso, así como también la escala de calificaciones y estructura de exámenes.