CCOO calcula que las partidas presupuestarias para universidades bajarán en 2012 en al menos seis CCAA, entre el 0,98 por ciento de Madrid y el 6 por ciento de Baleares, mientras que habrá una subida del 2,5 por ciento en Andalucía y del 1,5 por ciento en Galicia.

En Navarra descenderán un 4,21 por ciento en comparación con 2011; un 3,74 por ciento en la Comunidad Valenciana; un 3,72 por ciento en Canarias; y un 1,78 por ciento en el País Vasco, según un estudio del sindicato, que recoge datos de las ocho comunidades que han presentado hasta ahora los presupuestos autonómicos del año venidero.

Sobre las que aún no han dado a conocer las próximas cuentas públicas, CCOO entiende que esto "no es un buen presagio" de lo que pueda ocurrir.

Después de que en 2011 los presupuestos autonómicos para universidades cayeran de forma generalizada en todo el país, los "recortes" se producen por tercer año consecutivo en al menos Canarias, Comunidad Valenciana, Madrid o País Vasco, por lo que la situación es "crítica".

CCCO señala descensos superiores al 10 por ciento en lugares como Baleares y Canarias, de más del 11 por ciento en Galicia (a pesar de la subida que se espera en 2012) y cercanos al 9 por ciento en Madrid entre 2009 y 2012.

"Se está asfixiando económicamente a las universidades desde sus comunidades autónomas. Esta política -interpreta CCOO- es un indicio de que se pretende cuestionar el actual modelo de financiación para sustituirlo por otros basados en la aportación privada, única salida que les puede quedar para afrontar sus compromisos".

Al mismo tiempo que "se profundiza en los recortes", explica el sindicato, aumentan el alumnado matriculado y las necesidades debidas a la implantación del Espacio Europeo de Educación Superior y el de Investigación, por lo que se va a "impedir" el cumplimiento de los compromisos de la Estrategia Universidad 2015 y los objetivos educativos UE 2020.

Los cálculos, señala CCOO, se basan en los presupuestos globales de las correspondientes direcciones generales de universidades, como fuente básica de financiación, y en las cantidades transferidas a las universidades en algunos casos, y se han eliminando las partidas de investigación siempre que haya habido criterio claro para hacerlo.