La Declaración de Zaragoza, presentada hoy en la clausura de un congreso sobre atención sanitaria, recoge diez líneas que deben orientar las estrategias en la atención al usuario de la sanidad en los próximos años, entre ellas reconocer el derecho del paciente a tomar decisiones sobre su salud.

En este sentido, el documento afirma que "garantizar la dignidad de las personas en el proceso de morir y de la muerte es un compromiso de valores, de libertad y de autonomía".

La Declaración de Zaragoza, como se ha denominado al documento, plasma las conclusiones y los trabajos presentados en el XVI Congreso Nacional de Atención al Usuario de la Sanidad, en el que han participado durante tres días más de cuatrocientos profesionales para debatir sobre las necesidades y expectativas de los diferentes actores en el sistema sanitario y su modelo de relación.

En su primer apartado señala que "el sistema de salud debe proporcionar información que permita respuestas ágiles, normalizadas, adaptadas y eficientes que faciliten la accesibilidad al sistema sanitario", han informado los organizadores de la reunión.

El reconocimiento del derecho y la competencia del paciente en la toma de decisiones sobre su propia salud y avanzar hacia una elección informada, que evite un consentimiento pasivo, respetando los valores y creencias personales, son otras propuestas, así como que la comunicación es el elemento primordial de la relación entre usuarios y profesionales.

También apuesta por la implicación del usuario en la atención sanitaria de calidad y segura, para lo que estima necesario potenciar la formación e información de los pacientes, utilizar su experiencia y fomentar la implicación en su propio proceso.

La necesidad de que las organizaciones sanitarias incorporen las necesidades de los ciudadanos en las decisiones y estrategias de las políticas de salud y de que potencien las tecnologías como herramientas para facilitar información y gestionar procesos, son otras conclusiones.

El documento propone, finalmente, que la salud esté presente en todas las políticas, la responsabilidad compartida para la sostenibilidad, y potenciar los servicios de atención al usuario, dotándolos de la capacidad y competencia necesaria.