Unicef, World Vision, Cruz Roja, Plan y Asociación de Mujeres por el Futuro de las Mujeres (AFAF) han denunciado la alta tasa de mutilación genital femina que existe en los países de la África Subsahariana, con motivo de la celebración este domingo del Día Internacional de la Tolerancia Cero a la Mutilación Genital Femenina o ablación del clítoris.

Todas las asociaciones han coincidido en señalar que "se trata de una práctica ancestral" extendida en distintos países de África, como Malí, Egipto, Níger, Nigeria o Guinea Conakry, "con con graves consecuencias ginecológicas, obstétricas y psicosociales" y cuyo origen se encuentra en "creer que con la ablación se evita la infidelidad femenina".

Así, en declaraciones a Europa Press, la directora de cooperación de Unicef, Carmen Molina, ha explicado que, para poder combatir esta práctica, "es necesario realizar reformas administrativas y legislativas, promover el ascenso de la tasa de escolarización de las niñas, evitar los matrimonios precoces e informar a la población sobre las consecuencias de esta práctica".

Por ello, Unicef, World Vision y Cruz Roja han focalizado sus proyectos sobre prevención de la mutilación genital en varias comunidades de Malí y Etiopía, donde la tasa de prevalencia de la escisión es de las más elevadas de África, con un 98 por ciento.

Estas ONG coordinan sus esfuerzos con las autoridades sanitarias, líderes locales e iglesias de la zona para realizar campañas de concienciación en las que las mujeres, niñas y sus familias participan activamente.

Por otra parte, la ONG Plan y AFAF han logrado, mediante este tipo de programas, que diez comunidades de Guinea Conakry dejaran de celebrar el ''rito de circuncisión'' y que otras 14 pidieran a ambas organizaciones desarrollar estos proyectos en sus tierras con ese mismo objetivo. En Guinea Conakry, la mutilación genital femenina es una práctica ilegal desde 1965. Sin embargo, la legislación no se aplica y pocos conocen de su existencia.

Según los estudios realizados por la Organización Mundial de la Salud (OMS), la ablación del clítoris puede causar complicaciones en futuros partos e, incluso, la muerte de la madre. Fuertes dolores, hemorragias, tétanos, infección, infertilidad, cistitis, incontinencia urinaria y problemas sexuales son otros de los efectos que pueden producirse. Tres millones de niñas cada año se ven sometidas a la extirpación de su clítoris o, en el peor de los casos, también de sus labios genitales mayores y menores.