El Observatorio Estratosférico para Astronomía Infrarroja (SOFIA) de la NASA completó hoy su primera misión científica para captar con sus potentes cámaras de infrarrojos otra dimensión del Universo.

SOFIA es un observatorio que va a bordo de un avión Boeing 747SP de la National Aeronautics and Space Administration (NASA) modificado para transportar un telescopio reflector de 2,5 metros construido por la agencia espacial alemana (DLR).

Su objetivo es ayudar a los investigadores a entender mejor una serie de fenómenos astronómicos incluido el nacimiento de las estrellas y los planetas, cómo se forman sustancias orgánicas en el espacio interestelar, y cómo se alimentan y crecen los agujeros negros del espacio.

El avión, con SOFIA a bordo, vuela a una altitud de entre 11 y 13 kilómetros y puede realizar observaciones en el espectro electromagnético infrarrojo en longitudes de onda de 0,3 y 1.600 micrones (equivalente a una millonésima parte de un metro).

Su tamaño es superior al del telescopio Hubble, que desde el espacio ha proporcionado durante más de una década un cúmulo enorme de información sobre los planetas del Sistema Solar y las galaxias del Universo.

SOFIA despegó el pasado 30 de noviembre de la pista de la base de las Fuerzas Aéreas en Palmdale (California) y ha realizado un vuelo de aproximadamente 10 horas.

La NASA ya ha publicado las primeras imágenes de la nebulosa Orión realizadas por la el dispositivo FORCAST, una cámara infrarroja de espectro medio desarrollada la Universidad de Cornell.

Su trabajo complementará las observaciones de los telescopios espaciales Hubble, Spitzer, James Webb, y Herschel, que ha encontrado un gran número de galaxias infrarrojas muy lejanas de las que hasta ahora se conocía muy poco en otras longitudes de onda.