La vocal de Pediatría Extrahospitalaria de Atención primaria de la Sociedad de Pediatría de Madrid y Castilla-La Mancha, María García-Onieva, subrayó ayer en Oviedo que, al contrario de lo que tienden a pensar las familias, los niños con sobrepeso no están más sanos, sino que sufren una "malnutrición por exceso", que puede provocar graves problemas de salud en la edad adulta.

García Onieva, que participa en el XXIII Congreso Nacional de la Sociedad Española de Pediatría Extrahospitalaria y Atención Primaria (Sepeap) que estos días acoge el Auditorio Príncipe Felipe de Oviedo, se refirió a la obesidad infantil como una enfermedad crónica con malos resultados en el tratamiento en todo el mundo. "Los resultados no son buenos ni aquí ni en Estados Unidos", aseguró.

La doctora recordó que la obesidad infantil es una enfermedad que afecta a uno de cada cuatro niños en nuestro país y que debe combatirse con una dieta equilibrada, ejercicio físico y apoyo psicológico, "tanto para el paciente como para sus familiares". Asimismo, pidió la constitución de grupos de pacientes obesos, por áreas o centros, que permitan hacer un seguimiento de estos colectivos fuera de los seis minutos de tiempo medio de consulta que permite la atención primaria.

Alabó la dieta de Asturias, y otras comunidades del norte, donde las comidas son "más sanas y con mejores materias primas" y defendió que el Principado se mantiene mucho más alejado de la cultura de la comida rápida que otras comunidades como Madrid, donde la incidencia de esta enfermedad es mayor, especialmente en los niveles sociales más bajos.

Prevención

García-Onieva reclamó a las administraciones públicas estrategias preventivas, como el ajuste de las leyes, que contribuyan a paliar el "fracaso" en la detección y el tratamiento de esta enfermedad en España.

Unas políticas públicas que también reclamó el doctor Carlos Santos para la atención temprana de los niños de 0 a 6 años, "que tradicionalmente estuvo ligada a problemas o discapacidades visibles y que hoy busca paliar problemas más sutiles como los desajustes relacionales en las familias que afectan a su desarrollo".

La doctora Pilar Poo recordó que, según la OMS, un 7% de los niños que sobreviven a enfermedades asociadas al nacimiento o a los primeros años de vida sería subsidiario de recibir atención temprana.