El té blanco tiene efectos reductores de la obesidad, un problema que afecta principalmente a los países industrializados, señalaron científicos alemanes en un estudio publicado hoy por la revista Nutrition and Metabolism.

Según los investigadores del laboratorio Beiersdorg AG, una serie de experimentos con la infusión de la planta Camellia sinensis demostró que ese té inhibe la generación de nuevas células de adiposidad (adipocitos) y estimula la eliminación de esa adiposidad en células maduras.

"Hemos demostrado que el té blanco puede ser una fuente natural e ideal de sustancias para perder peso", indicó Marc Winnefeld, miembro del equipo de investigadores.

Según el científico, el té blanco podría ser al menos una solución parcial para el problema de la obesidad que afecta principalmente a Estados Unidos, donde se considera que alrededor del 60 por ciento de la población está excedida de peso.

"En los países industrializados, la incidencia creciente de los trastornos vinculados a la obesidad, incluyendo las enfermedades cardiovasculares y la diabetes, constituye un problema creciente", indicó.

El científico explicó que la infusión indujo una reducción de la actividad de genes vinculados al desarrollo de nuevas células adiposas al tiempo que impulsaba la disolución de la grasa contenida por los adipocitos.

El té blanco es preparado con los primeros brotes de las plantas usadas para el té verde y el té negro. Es mucho menos procesado y contiene más de los ingredientes que se cree que son responsables de los efectos demostrados en el estudio, según los científicos.