Los gastos generados en la Gerencia Municipal de Urbanismo durante 2008 en la categoría de "libramientos a justificar" saltaron a la palestra a comienzos de año y provocaron duros enfrentamientos entre la oposición y el Grupo de Gobierno del Ayuntamiento de Santa Cruz, principalmente protagonizados por el portavoz socialista José Ángel Martín, y su homólogo en CC, José Alberto Díaz-Estébanez, a quien le tocó defender a la edil de Urbanismo, Luz Reverón, con el objetivo de intentar evitar el desgaste de la que fuera la avanzadilla de José Manuel Bermúdez (el eterno aspirante) en el consistorio capitalino.

Tal fue el revuelo que se armó en torno a tres expedientes de gasto "para el correcto funcionamiento de la Gerencia" emitidos a favor de Reverón (10.000 euros), el gerente Eduardo Risueño (8.500 euros) y el funcionario Fermín García (7.500 euros) que el Pleno celebrado el pasado día 19 de marzo aprobó por unanimidad una moción presentada por el PSC para solicitar un informe técnico a la Intervención General del consistorio capitalino sobre los citados tres expedientes.

Así, frente a lo que se esperaba en un primer momento, CC y PP (que habían reiniciado el pacto escasas semanas antes) votaron a favor de la moción socialista que pretendía dilucidar la legalidad de los "inmorales" gastos de Reverón y su equipo en un intento de demostrar la más absoluta tranquilidad sobre el destino de los gastos que generaron diferentes cargos de la Gerencia Municipal de Urbanismo a través de libramientos a justificar.

Sin embargo, tres meses más tarde el referido informe técnico continúa inédito y el Grupo Municipal Socialista ya se ha apresurado a advertir que formulará una pregunta en el Pleno del próximo viernes para indagar sobre la tardanza en la resolución del acuerdo plenario de marzo que, además, fue unánime.

Bajo la amenaza de iniciar, otra vez, lo que el portavoz nacionalista Díaz-Estébanez tildara de "cacería socialista" contra le edil de Urbanismo, el PSC abrirá de nuevo la caja de los truenos en el próximo Pleno para intentar aclarar los límites de los usos del dinero público.

Se avecinan las viejas recriminaciones sobre la conveniencia de un viaje a Madrid para visitar una Noche en Blanco (que se celebró en La Laguna) con pasajes en primera clase (o para ser exactos "business class") por 567 euros, la adquisición de un móvil de 512 euros, la cafetera de 108 o los "embostes" regados con 114 euros en botellas de vino (todo ello, cabe recordar, pagado con dinero público sacado de la Caja de Urbanismo). Todo ello a pesar de que la Gerencia ya aclaró que Reverón, apodada por los socialistas como la "concejal viajera", realizara el citado (y otros) viajes como parte de la actividad habitual de los políticos, en el ejercicio de sus cargos y responsabilidades.

No obstante queda claro que sobre la "cacería" instigada por el PSC para "estirar el chicle" o sobre las "malas prácticas ejercidas desde la Gerencia de Urbanismo que evidencian la extralimitación del uso de lo público" (versiones antagónicas realizadas ante los mismos hechos) todavía quedan varios capítulos por escribirse.