La nueva Asociación Anaga Renace, conformada por numerosos vecinos y colectivos de toda la zona de Anaga, ha denunciado, a través de un comunicado, "la situación de abandono y dejación que padece la Concejalía del Distrito de Anaga, que preside Luz Reverón, ya que ésta no ha hecho acto de presencia desde su nombramiento".

Hace más de tres meses que se produjo el nombramiento, y durante este periodo sólo se ha celebrado una reunión con algunas federaciones y asociaciones de la zona. Muchas de estas asociaciones de vecinos y otros colectivos han solicitado reunirse con la nueva titular, desde hace más de un mes, para plantear los numerosos problemas que padece cada núcleo y que deben solucionarse, en algunos casos, con urgencia, sin que se haya concertado una cita concreta.

Desde la Asociación Anaga Renace reclaman "un equipo que esté diariamente trabajando en y para la zona, y que al frente del mismo haya un concejal que trabaje en exclusiva para los vecinos. Asimismo, enfatizan que el Distrito de Anaga es el más grande y peculiar de todo el municipio, y por ello es necesario que exista una implicación más directa de sus responsables, ya que por la dificultad orográfica y difíciles comunicaciones deben dedicar más tiempo en traslados y en la búsqueda de soluciones a los numerosos problemas y deficiencias que padece todo el Macizo de Anaga.

Desde esta asociación explican que "desde que se supo que la edil Luz Reverón compartiría su nuevo cargo con el área de Urbanismo, temíamos que la Concejalía de Anaga acabaría convirtiéndose en el patito feo de la concejal". De hecho, aún hoy, no se ha nombrado un director territorial para la zona, por lo que denuncian que "es evidente que para el ayuntamiento, la zona de Anaga y sus vecinos no son una prioridad y nos tememos que en lo que queda de legislatura, se pretenda pasar de puntillas en la solución de los numerosos problemas que padecen los vecinos de este distrito".

Derribo del "mamotreto"

La Asociación Anaga Renace apoya el acuerdo plenario adoptado en pasadas fechas, donde se tomó la decisión de derribar el edificio conocido popularmente como "mamotreto". Para los responsables de la Asociación es el momento de pasar página y apostar por un nuevo proyecto que busque el consenso y la aceptación de vecinos y usuarios, además de buscar un proyecto económico, menos costoso. Además, apuestan por la integración del pueblo de San Andrés.