El futuro paso de la guaguas y taxis por la calle Juan Ravina Méndez, en el barrio de Chamberí, debido a las obras de ampliación del carril bus de entrada a Santa Cruz, ha hecho que parte de los vecinos del barrio, comandados por el presidente de la asociación de vecinos Chamberí-Costa Sur, Juan Carlos Concepción, se opongan a esta fase del proyecto. El problema radica fundamentalmente en la posible inseguridad que generaría el continuo paso de las guaguas y taxis en confluencia con el paso de los peatones que se dirigen a la pasarela peatonal que cruza la autopista del Norte (T-5) hacia los barrios de Somosierra y García Escámez.

Para solventar esta situación, el área de Movilidad y Seguridad del Cabildo de Tenerife ha ideado una propuesta que pasa por desplazar el paso de peatones unos 20 metros y ejecutar un modificado en la pasarela que permita la construcción de una escalera que desemboque en el nuevo paso de peatones elevado, lo que obliga a la reducción de la velocidad de los vehículos, y rematado en color rojo. Así, el cruce habilitado para los peatones se situará a unos cien metros de la salida de la TF-5.

En la actualidad existe un paso de peatones a la altura de la rampa de acceso a la pasarela, utilizada habitualmente por los vecinos y, lo que causa más preocupación, por los niños y jóvenes que estudian en el colegio Chamberí pero que viven en los citados barrios limítrofes y deben utilizar la pasarela peatonal para acceder a ellos. Se da la circunstancia de que el paso de cebra está muy cerca de la entrada de las guaguas desde la TF-5 a la calle Juan Ravina Méndez, donde irá situada la nueva parada, lo que ha suscitado ciertas quejas.

Cabe recordar que la parada de guaguas que está en la TF-5 a la altura de Somosierra y en dirección Santa Cruz será rediseñada con el fin de permitir que las guaguas que efectúan la parada en ella no se vean obligadas a reincorporarse a la TF-5. La parada se reubicará en la calle Juan Ravina Méndez, que discurre paralela a la TF-5 esquina con la calle Juan de Ávila. Toda esta vía se acondicionará, ampliando el acerado e instalando una barandilla, para permitir la circulación de guaguas y haciendo viable el descenso de las mismas hasta desembocar en el nuevo carril bus Polígono.

Esta modificación del proyecto original ha sido fruto del intercambio de opiniones con los vecinos y garantizará una mayor seguridad de los peatones a costa de realizar una nueva obra en la pasarela que fue inaugurada en septiembre de 2006 y que le costó 12.000 euros al Gobierno canario.