La playa ya está acabada. Sí, la zona de baño de Santa Cruz de La Palma se abrirá esta misma semana, previsiblemente el jueves, día 20 de abril, aunque no se producirá la inauguración oficial hasta que la administración estatal, responsable de la actuación, decida la fecha; es decir, cuando cuadre la agenda de alguno de los políticos nacionales que acompañaran a la corporación municipal en el típico acto de corte de cinta.

El alcalde, Sergio Matos, acompañado por otros concejales (Manuel Abrante, Julio Felipe, Gazmira Rodríguez, Raico Arrocha, Virginia Espinosa y Gonzalo Pérez), hizo un recorrido por la nueva instalación, junto a la responsable de la obra, Patricia Hernández González, de la empresa Fomento de Construcciones y Contratas. Tras el encuentro, el ayuntamiento anunció en un comunicado que la playa "podría quedar abierta esta misma semana, una vez que se produzca la necesaria certificación de la Dirección General de Costas y se firme el acta de recepción por parte del ayuntamiento".

Si no hay contratiempos, que en esta obra es mucho decir, será el jueves cuando se retire el vallado que separa esta infraestructura de la Avenida Marítima.

Sergio Matos expresó a esta redacción su convencimiento de que la playa "será un motor económico fundamental para la ciudad y vamos a seguir buscando el apoyo de otras administraciones, a las que agradecemos su apuesta por esta obra, para dotarla de todo lo que sea necesario".

La ciudad gana un espacio de esparcimiento de 69.405 metros cuadrados, de los que 61.780 corresponden propiamente a la superficie de arena en pleamar, con aproximadamente 550 metros de línea de playa. El ancho de la zona de arena alcanza un mínimo de 60 metros frente a los balcones de la Avenida Marítima (desde el malecón hasta la orilla) y un máximo de 118 metros en el dique sur. Está previsto delimitar una zona al norte de la zona de baño para la práctica de deportes náuticos.

El ayuntamiento deberá ahora concretar la financiación para arreglar las aceras de la Avenida Marítima más cercanas a la playa, que se encuentran en un pésimo estado de conservación, además de partidas para un nuevo alumbrado público, en la actualidad gran parte del recorrido está a oscuras, con el objetivo de disponer de un paseo acorde a las necesidades de la ciudadanía.

Como datos técnicos de la obra, destacar que se inició en octubre de 2011 y las previsiones iniciales apuntaban a que estaría acabada en 19 meses, pero retrasos motivados por diferentes circunstancias, entre ellas la ubicación de la estación de bombeo detrás del espigón del puerto, han provocado que se haya tardado cinco años y medio (66 meses) en finalizarla. La playa ha tenido un coste final de 30,3 millones de euros.