Los vecinos, la comunidad parroquial y el Ayuntamiento de Mazo han mantenido un encuentro para impulsar la urgente restauración de la ermita del barrio de Lodero, una reforma que se planteó hace ya más de una década debido al mal estado de la techumbre, que sufre humedades que han comenzado a dañar la estructura de la edificación.

El elevado coste de la intervención, 354.000 euros, hizo imposible que la reforma del templo se pudiera ejecutar allá por el año 2000. Durante estos años, los vecinos han recaudado fondos para abordar el inicio de los trabajos, organizando diferentes actividades como rifas o comidas.

En los últimos meses, el ayuntamiento y la parroquia de San Blas han trabajado directamente con el arquitecto responsable del proyecto y técnicos municipales para que la reforma se ciña a lo estrictamente necesario para mantener la estructura del techo, dejando para una segunda fase el resto de los arreglos que requiere la ermita.

El coste presupuestado de esta primera fase asciende a 173.000 euros, de los cuales los vecinos han recaudado una parte importante. Para el resto, el consistorio ha acudido a diversas administraciones para tratar de conseguir los recursos que faltan, además de comprometer fondos propios para conservar este edificio.

Falta por concretar la ayuda externa para iniciar la obra.