La Consejería Insular de Agricultura puso esta semana en marcha la planta de agrotransformación ubicada en la antigua JTI, en El Paso, para elaborar compotas 100% de fruta y pulpa a granel que será vendida a otras empresas del sector, además del deshidratado y envasado de plátano seco.

Esta iniciativa, denominada Frutin, lleva años en gestación, con la adecuación de una nave de 1.400 metros cuadrados en lo que antaño fue una prospera fábrica de tabaco, además de la compra de la maquinaria, valorada en más de 1,2 millones de euros. Ha sufrido retrasos para su desarrollo, pero al fin la pasada semana se puso en marcha, por primera vez y en fase de prueba con unos 500 kilogramos, toda la planta, con "resultados satisfactorios", según entienden los técnicos responsables de la misma.

Queda por delante la formación del personal que trabajará en la planta, para lo que Agricultura, área que dirige César Martín, organizará un curso de tres meses, además de ajustar procesos y maquinaria y la realización de pruebas para el mercado.

El objetivo de este novedoso proyecto es evitar que cada año acaben en los vertederos de La Palma, igual que ocurre en otras islas, toneladas de plátanos, tanto porque no tienen valor comercial como, sobre todo, por la saturación de los mercados. La vergonzosa imagen de miles de kilos tirados en los barrancos, pese a ser de buena calidad, podría acabar si el Frutin funciona correctamente y la compota y la pulpa tienen salida.

La planta tiene capacidad para transformar más de 16 toneladas diarias de plátanos. No significa que cada día funcione al máximo de sus posibilidades, pero sí está en disposición de asumir una parte importante de los plátanos que se tiran en otras islas. La idea es que esta industria sea gestionada por el propio sector platanero, para acabar también con el costoso tratamiento de los residuos.