El Cabildo de La Palma concede desde hace 15 años las ayudas para el alojamiento de estudiantes palmeros en Tenerife y Gran Canaria sin aplicar ningún tipo de criterio académico ni teniendo en cuenta las rentas familiares de los beneficiarios, una situación que a partir del próximo curso cambiará al polo opuesto, es decir, tal y como EL DÍA adelantó en su edición de ayer, no subvencionará la residencia a ninguno de los 233 alumnos que ahora se benefician de esta medida, con independencia de sus recursos.

La Institución insular se gasta en estos momentos unos 200.000 euros en ayudar a los estudiantes palmeros en sendas universidades canarias. Cada alumno obtiene la ayuda sin necesidad de presentar expedientes académicos ni justificar el nivel de ingresos de sus familiares más directos. El Cabildo no mira "nada". Con ser palmero y vivir en la residencia ya tiene derecho a la subvención.

Las universidades son las que se encargan de poner los límites para el acceso a sus residencias, aunque no utilizan los mismos criterios. En la ULGC se priorizan para la reserva de plaza a los alumnos con menos recursos, aunque lo normal es que todo palmero tenga el alojamiento y la manutención. A la hora de pagar al mes, no hay diferencias en la factura. En la ULL son más estrictos. En La Laguna la "cama" es más barata y los precios varían con parámetros según la renta, con exigencias académicas mayores que en Gran Canaria.

En lugar de aplicar parámetros que permitan mantener las ayudas para al menos los menos pudientes, el Cabildo ha decidido "cortar por lo sano". Fuentes del gobierno insular sostienen que la ULGC, al contrario que la ULL, cobra a los universitarios palmeros más cara la plaza de la residencia que a otros alumnos que provienen de islas donde sus cabildos no dan ninguna subvención, por lo que "estamos ayudando a la universidad y no al estudiante palmero". Incluso denuncian que el acuerdo es que cada parte, institución insular, universidad y alumno, paguen a partes iguales, es decir, un tercio del alojamiento, lo que en realidad no ocurre, ya que el universitario es el que más aporta y el centro docente, el que menos.

Educación amplía dos centros en la Isla

El vicepresidente y consejero de Educación del Gobierno de Canarias, José Miguel Pérez, inauguró ayer las ampliaciones en el CEIP Miranda, en Breña Alta, y en el IES de Puntagorda. Los trabajos en el colegio breñusco, que se iniciaron tras una acampada de padres y madres que protestaron por las condiciones de la escuela, han consistido en la construcción de un edificio que alberga cuatro aulas, dos de Infantil y otras tantas de Primaria, y los aseos. La evolución del alumnado registrada en los últimos años ha hecho necesaria esta actuación, al contar ya el curso actual con nueve grupos, alcanzando la calificación de centro completo, con 150 alumnos. El montante de la inversión realizada superó los 454.463 euros. Mientras, en Puntagorda se procedió a la construcción de un nuevo pabellón, que además de garantizar la estabilidad estructural del edificio principal, ha permitido contar con cuatro nuevas aulas destinadas a dibujo, laboratorio, tecnología y un aula específica. Completa la obra un vestíbulo, un trastero y los aseos. El importe de los trabajos realizados fue de 701.390 euros. Este instituto cuenta con un total de 200 alumnos distribuidos en nueve grupos entre ESO, Bachillerato y dos ciclos formativos, uno de Atención Sociosanitaria y otro de Atención a Personas con Discapacidad.