Una representación de la clase política de la Isla recorrió ayer las principales calles de la capital en silla de ruedas, con el objetivo de comprobar en primera persona los obstáculos a los que diariamente se enfrentan los discapacitados físicos y las ayudas que necesitan para superar barreras arquitectónicas que se podrían eliminar con una mayor implicación de las administraciones públicas.

La curiosa experiencia se inició en la calle Real. Acompañados por personas con movilidad reducida, los políticos bajaron por la principal arteria comercial de Santa Cruz de La Palma hasta la parada de guaguas frente a Correos, para llegar al punto de partida por la avenida Marítima y el pequeño tramo en pendiente de la avenida del Puente para entrar de nuevo en la O´Daly. Participaron la presidenta del Cabildo de La Palma, Guadalupe González Taño; la consejera insular de Asuntos Sociales, Jovita Monterrey; la consejera del PP Nieves Rosa Arrollo y el alcalde de la capital, Sergio Matos, además de otros representantes públicos que hicieron de acompañantes, como los consejeros Carlos Cabrera, Ignacio Montesinos o César Martín.

Al finalizar el recorrido, el presidente de la Asociación de Discapacitados Físicos de La Palma (Adfilpa), Miguel Ángel Rodríguez, se encargó, con micrófono en mano, de preguntar a cada uno de los participantes en la iniciativa por sus sensaciones. Guadalupe González habló de las dificultades que se había encontrado en diferentes tramos, además de "lo difícil que es utilizar el elevador en la sede de Correos. Se necesita la persona que te lleva más otra". Pidió que los establecimientos "que tienen mesas en la calle" tengan un poco más de cuidado a la hora de ubicarlas, ya que "algunas veces parecía que me las llevaba" con la silla de ruedas.

También Sergio Matos -"Necesité ayuda en una acera"- o Nieves Rosa Arrollo encontraron dificultades en la utilización de la silla de ruedas. Jovita Monterrey trasladó el mensaje más real, también impactante. "Hablo como acompañante. Es mi vida diaria. Llevo a alguien aquí (señaló la silla de ruedas) con 21 años y parálisis cerebral. Mi peor pesadilla es que la atropella un coche, siempre lo pienso". Se refería a su hija. Lo hizo con aplomo, pero sin nombrarla para evitar protagonismos. El presidente de Adfilpa dejó claro que le dijo que se subía a la silla de ruedas "porque ella quería, que no era necesario, que ella ya sabía lo que es...".

Dentro de esta iniciativa también tuvo lugar un pleno con la presencia de los representantes de las asociaciones integradas en Indispal, Once y Aspaldi. El acuerdo más importante fue el compromiso de la Corporación insular de ser participe activo en la elaboración del II Plan de Atención a las Personas con Discapacidad.