El Consejo Insular de Aguas, a través de su presidente en aquel momento, José Luis Perestelo, planteó serias dudas, apoyándose en el parecer de algunos técnicos, sobre la efectividad a largo plazo de las obras de reparación de La Laguna de Barlovento, ejecutadas en 2006, tras la anterior avería sufrida en el embalse, entendiendo que la solución acordada por el Ministerio de Medio Ambiente podría ser insuficiente.

Los técnicos estatales optaron por construir una galería en el fondo de la balsa para desviar los drenajes que estaban deteriorados y que fueron descubiertos. Curiosamente, el informe preliminar sobre lo ocurrido el pasado sábado, aunque no es definitivo, apunta claramente a la posibilidad, como hipótesis más real, de que la nueva avería se haya producido en la nueva galería, bien por un defecto en los trabajos ejecutados hace ya cinco años o, como es probable, por un movimiento de tierra por el peso de la gran cantidad de agua almacenada en la balsa.

El jefe de proyectos del Ministerio de Medio Ambiente y director de la obra, Juan Mangas, defendió en 2006 la obra realizada, entendiendo que la lámina del mayor embalse de Canarias, incluso las zonas que están más expuestas al sol, tenía una vida de unos diez años más y, por tanto, no entendió razonable modificarla ni sustituirla en aquellos momentos. Su parecer no era apoyado por otros expertos en la materia, que apostaban por proceder a una reparación más profunda, con la sustitución de la lámina, aunque fuera una actuación con un costo económico mucho mayor al previsto por el Gobierno central.

Las dudas fueron analizadas en una comisión de seguimiento de las obras, con la participación de representantes de diferentes administraciones. Al finalizar aquel encuentro, José Luis Perestelo dijo que "yo no soy técnico, pero me parece más razonable levantar todo el fondo, poner un nuevo drenaje y colocar una nueva lámina", pero "ellos son los especialistas y entienden que no es necesario, que la solución aportada tiene las garantías suficientes y, por tanto, no tengo que dudar de la decisión de los técnicos, aunque mi percepción pueda ser diferente".

Al incidir en la pregunta sobre la posibilidad de que lo realizado fuese un "parcheo" para ahorrar dinero y ante las necesidades agrícolas, el antaño presidente del Cabildo dejó claro que "he pedido a los responsables de la obra que se garanticen los trabajos que se ejecuten y que no hay vicios ocultos".