Los damnificados del incendio de agosto asisten con estupor al impago de los cheques solidarios que recibieron el 12 de enero de manos de la plataforma de afectados y víctimas del siniestro ocurrido en agosto de 2009. Los talones que entregó el colectivo a 26 familias, repartiendo una parte (30.000 euros) del dinero procedente de los fondos recaudados en multitud de actos populares realizados dentro y fuera de la Isla, han generado más que molestias entre los afectados, por una situación que consideran "incomprensible", teniendo en cuenta que el fin último de cada euro donado por la sociedad era el de ayudar a aquellos a los que el fuego arruinó.

Es lo que ocurre en el caso de Filiberta Cabrera, una damnificada que, como muchos otros, ha recibido la negativa del banco cuando acudió a cobrar el cheque que iba a destinar a la alimentación de su familia por un periodo prudente de tiempo, a la espera de otras ayudas y opciones. Berta se sorprendió con la explicación que le dieron: "Fui a cobrarlo y me dijeron en CajaCanarias que no se podía, que faltaba la firma de un señor de Las Palmas. Y yo me pregunté, ¿quién es ese señor?".

Esta artesana de 63 años, que ha perdido su casa y su trabajo, que tiene un marido con una salud tocada y un hijo que actualmente demanda empleo, como otros tantos miles en la Isla, iba a destinar cada uno de los 1.150 euros del cheque solidario a comida, "porque se me quemó toda la cosecha que tenía en la huerta de mi casa. De ella sacaba a diario para la mesa. Era como un sueldo".

Tras informarse de qué firma faltaba en el talón, más se enojó: "Cómo va a hacer una persona que no vive aquí lo que le da la gana con el dinero que se ha recaudado. Nosotros somos los que hemos sufrido este incendio, no nos metemos en las decisiones de los que trabajan por todos, pero tenemos derecho a que el dinero que la gente nos envía nos llegue". Berta entiende que "es un problema gordo, pero espero que sepan arreglarlo".

Mientras espera, habita una casa de alquiler que pagará el Gobierno de Canarias cuando llegue su ayuda. Su vivienda, en el barrio de Las Indias, acumula daños por más de 25.000 euros provocados por el incendio, pero la subvención que le han aprobado en el Ejecutivo canario es de unos 10.000 euros.

Platanero sin la ayuda

Héctor Pérez también tiene un cheque incobrable, aunque para él el problema es menor, ya que, según aclara, "sí que me ha llegado la ayuda para pagar el alquiler de la casa mientras arreglan la mía (tenía el seguro de una hipoteca)"

Héctor, un trabajador platanero afectado por la incertidumbre actual del sector y los malos precios de la fruta, dirigía el talón que se le entregó a "cubrir algo de lo que no me van a pagar de la casa". Ahora se pregunta qué le pasó a los de la plataforma Más Nunca de Gran Canaria, porque "al principio venían a ayudar, o eso entendimos, y ahora nos encontramos con que no quieren firmar para darle el dinero a la gente".