La economía cayó en 2012 el 1,3%, dos décimas menos de lo inicialmente previsto por el Gobierno, a pesar de que en el último tramo del año la recesión se agravó por el efecto negativo que sobre la actividad han tenido las medidas encaminadas a reducir el déficit público.

De acuerdo con el último boletín del Banco de España, la contracción económica se agravó en el cuarto trimestre del año y cayó el 0,6%, dos décimas más que en el trimestre precedente.

La entidad define 2012 como un año marcado por la elevada tensión en los mercados financieros, el proceso de consolidación fiscal, el progresivo desendeudamiento del sector privado y la continuada reducción del empleo.

Según destaca, la subida del IVA en septiembre y la eliminación de la paga extra de diciembre a los empleados públicos han tenido un efecto claramente contractivo sobre la economía en la última parte del año, por su influencia negativa en las dos variables que conforman la demanda nacional: el consumo y la inversión.

En conjunto, considera que las medidas para recortar el déficit, unidas al incremento de la inflación, han influido en la caída de la renta disponible de los hogares y en la pérdida de valor de la riqueza de las familias.

El proceso de reequilibrio de las cuentas públicas ha tenido asimismo un efecto negativo sobre el mercado de trabajo, ya que por primera vez de que se iniciara la crisis se ha perdido empleo público, lo que ha contribuido en buena medida a que el empleo haya caído el 4,3% en 2012 y la tasa de paro se haya situado en el entorno del 26%.